La luz frente a la oscuridad, la grandiosidad frente a la pobreza y, sobre todo, compartir. José Luis Varela, vicepresidente de la Asociación galega de empresas de servizos funerarios (Agesef) cree que debemos estar preparados para el final del camino y conocer la “querencia” de cada uno.
¿Cómo afectó la pandemia al trabajo del sector funerario?
Se redujo la participación de las personas. Fueron unas despedidas muy pobres, pero seguimos siendo profesionales y creemos que las despedidas tienen que ser grandiosas y homenajear a quienes han dado todo por sus familiares.
¿Tuvieron más trabajo, pero menos beneficios?
Sí, pero tenemos que ser honestos. Claro que hemos tenido menos beneficios porque lógicamente las prestaciones no fueron las mismas, pero eso sucedió en todos los sectores. En La Región y Atlántico publicaban la esquela y después, el día que se podía celebrar el funeral, repetían la esquela gratuitamente. Quiero dar las gracias porque los profesionales del sector de la información han colaborado con el sector funerario.
¿Menos prestaciones, como los velatorios?
Sí, hubo muchas empresas que perdieron beneficios, y algunos tuvieron que cerrar, como floristerías, empresas de autobuses e imprentas. Lo han pasado muy mal porque se han perdido parte de unas prestaciones que va a ser muy difícil volver a ponerlas en práctica.
¿Qué supone esta feria?
La profesionalización del sector y dar a conocer a la sociedad este certamen, que es de carácter nacional e internacional.
¿Cuáles son los objetivos del sector tras la pandemia?
Las personas se quieren. La querencia es lo único que va a marcar cómo quieres nacer y fallecer. Las personas que están a tu alrededor son las que lo van a decidir. Nosotros cumplimentamos sus necesidades con sus querencias.
¿Está cambiando el mercado?
Crece la incineración porque hay más movilidad y gente que vive fuera de Galicia. Además, si no disponemos de nicho, tenemos que usar la incineración.
¿El sector funerario gallego tiene algo característico?
Lo que prevalece es cómo quiere despedir una persona a su ser querido. En Galicia, en las casas te ofrecían tomar algo, estar a gusto. Las empresas funerarias nos esforzamos para cumplir esos deseos que antaño se hacían. Ofrecemos esa amabilidad de los gallegos.
¿Los gallegos son exigentes?
El gallego quiere y, al querer, es complaciente. Lo que quieren es estar arropados.
¿La muerte es un tema tabú?
Creo que no es tabú. Nacemos para morir y el final del camino es fallecer. Creo que tenemos que estar siempre preparados según la querencia de cada uno. Hay quien quiere que la muerte sea algo oscuro y quien quiere que sea muy clara. Los gallegos queremos ser muy claros y en todas las casas se ofrecían cosas para que la gente estuviera a gusto. La disposición del pueblo gallego siempre ha sido compartir.
