El diputado en el Parlamento de Galicia y ex presidente del Consejo General de Emigración, José Manuel Castelao, inauguró con su ponencia Ourense: hijos ilustres por el mundo el ciclo de conferencias del Foro La Región 2008-2009. En su intervención sonaron empresarios, escritores, pintores... y el reconocimiento a la labor del emigrante con la vida lejos de Galicia, lamentando que algunos lo olviden o no lo quieran recordar. Castelao aseguró que ser gallego es un sentimiento y que se agudiza en la distancia. Allí empecé a ser gallego, dijo en su intervención.
Avalado por sus más de 55 años de emigrante y trabajando por la emigración, la ponencia de José Manuel Castelao se presentó como un recorrido por una gran parte de esos ourensanos que destacaron en su otra tierra, consciente de que nombrarlos a todos era tarea imposible porque, señaló, fueron muchos e hicieron mucho. Asimismo, extendió su agradecimiento al papel que La Región y su edición internacional hacen por la emigración llevando hasta allí las noticias.
En su discurso hizo sonar nombres de aquí con peso específico allá (América) como los de Sebastián de Aparicio (primera industria de transporte rodado), García Barbón (creador de un banco), Ramón Santamaría (fundó colegios, museos, bibliotecas...), empresarios como Barreiros, Vázquez Raña (hospitales, hoteles, medios de comunicación) y gente de la cultura como Blanco Amor, Parada Justel, Valente, Quessada Porto, Faustino Santalices, Celso Emilio Ferreiro o Manuel Curros Enríquez, entre otros. También se refirió a Rosalía de Castro, Concepción Arenal, Pardo Bazán o Paz Parada, aunque reconoció una menor referencia a las mujeres porque llegaron más tarde a la condición emigrante.
De ellos destacó no sólo su aportación a su tierra de acogida, sino también su preocupación por ella y por una Galicia que nunca olvidaron, haciendo hincapié en que en La Habana se escuchó por vez primera el himno gallego y se creó la Real Academia Galega. Bastante tiene que ver la emigración con la vida institucional de Galicia, dijo lamentando que hay quien lo olvida y algunos no quieren recordar.
Se expresó con un discurso galleguista por cuestión de sentimientos. La distancia agudiza los sentimientos, así que es algo que me sale. Allí empecé a sentirme gallego, dijo. Y es que, según aseguró, ser gallego es un sentimiento y si no se siente ese orgullo no se puede ser emigrante.
El papel emocional de los centros gallegos
El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, encargado de presentar a Castelao se refirió a él como un defensor da dignificación da emigración e do emigrante, como un valedor de Galicia e dos galegos. Castelao dedicó su ponencia a sus compañeros del PP de Ourense, presentes en la sala de Caixanova; a su peluquero en Buenos Aires, el ourensano Alfredo y a su vecino Ferro Couselo.
En su intervención, Castelao tuvo una referencia especial para Argentina, en tanto que fue la tierra de acogida de la mayor parte de los emigrantes gallegos y reseñó que precisamente de Galicia eran los padres del primer presidente argentino, Bernardino Ribadavia. Tuvo palabras para la proliferación de centros gallegos en el exterior, que justificó con una argumento emotivo. Eran lugares para confraternizar y enterarse de las noticias, lugares para encontrarse y alimentar el espíritu, pero reconoció que se fueron anquilosando porque la juventud no llegó. Como remedio fijó dos puntales: una revisión de cómo conducir las instituciones y que España y Galicia hagan una definición del pensamiento geopolítico sobre el futuro de sus emigrantes. Durante su participación en la charla, Castelao recibió más de un aplauso y más de un elogio.
En su discurso hizo sonar nombres de aquí con peso específico allá (América) como los de Sebastián de Aparicio (primera industria de transporte rodado), García Barbón (creador de un banco), Ramón Santamaría (fundó colegios, museos, bibliotecas...), empresarios como Barreiros, Vázquez Raña (hospitales, hoteles, medios de comunicación) y gente de la cultura como Blanco Amor, Parada Justel, Valente, Quessada Porto, Faustino Santalices, Celso Emilio Ferreiro o Manuel Curros Enríquez, entre otros. También se refirió a Rosalía de Castro, Concepción Arenal, Pardo Bazán o Paz Parada, aunque reconoció una menor referencia a las mujeres porque llegaron más tarde a la condición emigrante.
De ellos destacó no sólo su aportación a su tierra de acogida, sino también su preocupación por ella y por una Galicia que nunca olvidaron, haciendo hincapié en que en La Habana se escuchó por vez primera el himno gallego y se creó la Real Academia Galega. Bastante tiene que ver la emigración con la vida institucional de Galicia, dijo lamentando que hay quien lo olvida y algunos no quieren recordar.
Se expresó con un discurso galleguista por cuestión de sentimientos. La distancia agudiza los sentimientos, así que es algo que me sale. Allí empecé a sentirme gallego, dijo. Y es que, según aseguró, ser gallego es un sentimiento y si no se siente ese orgullo no se puede ser emigrante.
El papel emocional de los centros gallegos
El presidente de la Diputación, José Luis Baltar, encargado de presentar a Castelao se refirió a él como un defensor da dignificación da emigración e do emigrante, como un valedor de Galicia e dos galegos. Castelao dedicó su ponencia a sus compañeros del PP de Ourense, presentes en la sala de Caixanova; a su peluquero en Buenos Aires, el ourensano Alfredo y a su vecino Ferro Couselo.
En su intervención, Castelao tuvo una referencia especial para Argentina, en tanto que fue la tierra de acogida de la mayor parte de los emigrantes gallegos y reseñó que precisamente de Galicia eran los padres del primer presidente argentino, Bernardino Ribadavia. Tuvo palabras para la proliferación de centros gallegos en el exterior, que justificó con una argumento emotivo. Eran lugares para confraternizar y enterarse de las noticias, lugares para encontrarse y alimentar el espíritu, pero reconoció que se fueron anquilosando porque la juventud no llegó. Como remedio fijó dos puntales: una revisión de cómo conducir las instituciones y que España y Galicia hagan una definición del pensamiento geopolítico sobre el futuro de sus emigrantes. Durante su participación en la charla, Castelao recibió más de un aplauso y más de un elogio.
