El imputado en una tentativa de asesinato deambuló con su coche hasta que optó por entregarse

El joven que intentó asfixiar a su novia: 'Se me fue la cabeza'

El Juzgado de Instrucción 3 de la ciudad asumió ayer el caso. (Foto: MARTIÑO PINAL)
Óscar M.R.(27 años), ya en prisión, va consiguiendo apaciguar la zozobra que le invadió tras intentar ahogar a su pareja con una bolsa de plástico. Lloró cuando salió de su domicilio de la calle Chano Piñeiro en la madrugada del martes; lloró al llegar a la Comisaría y continuó con sofoquina en los calabozos del juzgado, tal como confirman personas que se encargaron de su custodia.
Durante el interrogatorio judicial, reconoció sin ambages, tal como hiciera ante la Policía Nacional, la agresión a su pareja sentimental cuando ésta estaba durmiendo, a la que atacó sorpresivamente con unos guantes, tapándole la nariz e intentando introducirle la bolsa en la boca. Cesó cuando la resistencia de la mujer hizo que cayeran de la cama y se arrastraron por el pasillo.

Pero no da un móvil del porqué lo hizo teniendo en cuenta, tal como confirmó su pareja, la buena relación que había entre ambos. 'No era yo; se me fue la cabeza', aseguró en el interrogatorio judicial sin aportar una explicación coherente sobre lo acaecido esa noche cuando subió de pasear al perro. Tras abandonar el piso, aseguró que cogió su vehículo de color gris y estuvo dando vueltas por la ciudad hasta que optó por entregarse pasadas las siete de la madrugada.

El forense, aparte de una analítica de orina, lo examinó para tratar de determinar su estado mental, pero no encontró patología psíquica reseñable.

Pero lo cierto es que la falta de explicaciones no aminora la gravedad de lo sucedido. De hecho, la letrada de la víctima se adhirió a la petición de la fiscal para reclamar al juez que ingresase en prisión.

La víctima, pese a que en el juzgado volvió a reiterar la versión dada ante la Policía, asegurando que Óscar M.R. siempre había sido un excelente compañero con buen carácter, empieza a ser consciente de la gravedad de lo padecido. De hecho, en el juzgado de guardia evitó en todo momento cruzarse con su pareja y lo dijo bien claro: 'No quiero verlo delante'. De hecho, el juez ordenó a la policía que evitase que las familias de víctima y agresor tuvieran contacto físico.

El magistrado de guardia, en el auto de ingreso en prisión, valora que existe un riesgo de que vuelva a atentar contra la vida o la integridad física de la víctima. 'Si no hubo una razón para la agresión denunciada, no hay razones para pensar que no va a volver a atentar contra la perjudicada si vuelve a perder la cabeza', dice el togado.


INSTRUCCIÓN

Las diligencias previas abiertas por tentativa de asesinato pasaron ayer al Juzgado de Violencia de Género, que será el que se encargue de la instrucción. La letrada del inculpado, que durante la mañana de ayer estuvo con los padres del imputado, pedirá ante la nueva instructora la salida de la cárcel de su cliente al entender que no existe ni riesgo de fuga ni posibilidad de que atente contra su pareja dado su arrepentimiento.

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