La sentencia impone a Víctor Manuel Dias, de nacionalidad portuguesa, una pena de tres años de prisión

La juez condena a uno de los tres acusados de amenazar y extorsionar a la familia Collarte

Víctor Manuel Dias, a la entrada de la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 1. (Foto: Xesús Fariñas)
El Juzgado de lo Penal número 1 de Ourense ha condenado a Víctor Manuel Dias Pereira del delito de amenazas contra Berta Collarte, hija del empresario desaparecido en octubre 1998. El fallo que declara culpable a este ciudadano de nacionalidad por tuguesa, con antecedentes penales por robo, viene acompañado de la absolución de Joao Fernandes Mateus y José Lopes Rodrigues. La acusación particular consideraba a este último como el cerebro de la extorsión a la familia Collarte.
nterrogantes sin responder, pero ahora ha podido cerrarse un capítulo al quedar acreditado para la magistrada titular del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense que Víctor Manuel Dias Pereira, de nacionalidad portuguesa y con antecedentes por atracar un banco, amenazó de muerte a Berta Collarte para que le entregase dinero. La familia del empresario vivía en la pesadilla desde octubre de 1998, cuando desapareció sin quedar rastro. Pero dentro de ese mal sueño, comenzó a transitar por otro, cuando a su hija Berta Collarte empezaron a llamarla por teléfono para amenazarla de muerte si no hacía entrega de cantidades de dinero que comenzaron en los 10.000 euros y llegaron a sobrepasar el millón.

La sentencia, que condena a Víctor Manuel Dias a tres años de prisión y a una indemnización de 5.400 euros, absuelve en cambio a Joao Fernández Mateus y a José Lopes Rodrigues, a quien el Ministerio Fiscal no imputaba ningún delito pero al que la acusación particular ejercida por Berta Collarte consideraba el cerebro de la extorsión.

Los hechos que la sentencia considera probados son contundentes. Al criterio de la juez, Celia Conde Palomanes, queda probado que a las 10.30 horas del 29 de junio de 2002, Víctor Manuel Dias llamó al teléfono de Berta Collarte desde una cabina telefónica de Badajoz, exigiendo el pago de 10.000 euros en el plazo de 8 días. Tres cuartos de hora después, se reiteró la llamada desde Elbas, en Portugal, y el acusado dijo hablar en nombre de una organización internacional. En esta ocasión exigió 100.000 euros. Caso con trario, Berta Collarte moriría.

Los contactos telefónicos continuaron los días 1, 6, y 8 de julio, y 16 de septiembre. En 20 de marzo de 2003 volvió a las andadas, pero elevando las cifras. Reclamaba 1,2 millones de euros. En caso de no hacerlo, ‘habría muertes’. El fallo judicial no considera debidamente probado que el acusado actuase de mutuo acuerdo con Joao Fernández Mateus o José Lopes Rodrigues, aunque sí afirma que como consecuencia de todos estos hechos, ‘Berta Collarte sufrió estrés postraumático severo’.

La sentencia tumba parte de la estrategia de las defensas, que habían invocado diligencias indebidas y la prescripción de los delitos. Los letrados tomaban como inicio del cómputo las diligencias incoadas dos días después de la primera llamada ame nazante. Pero la magistrada fija el 21 de marzo de 2003, cuando se reabrieron las diligencias tras la última llamada, toda vez que las anteriores habían sido archivadas.

La culpabilidad de Víctor Manuel Dias se alcanza, en primer término, a través de la declaración de Berta Collarte, que afirmó reconocer su voz, ya que había hablado con él cuando estaba en la cárcel. Además ‘existen testigos que oyeron algunas de las llamadas’. A mayor abundamiento, se practicó una prueba pericial que comparaba la voz de dos llamadas y la del acusado, y concluyó que era de la misma persona. En relación a los otros acusados, la sentencia admite que si bien puede haber sospechas de que conocían las amenazas, no son suficientes para desgastar su presunción de inocencia.


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