En la trama de la Zamburiña figura como la líder del grupo que vendía droga
El juez instructor de la llamada operación Zamburiña contra el tráfico de drogas, revelación de secretos y omisión del deber de perseguir delitos y falsedad documental ha dejado en libertad provisional a Josefa P.G., alias Pucha, tras 40 días en prisión. La investigada por recibir un trato de favor por parte de algunos policías a cambio de sus "soplos" para detener a otros traficantes ya pudo pasar la Nochebuena en libertad al prosperar el recurso de excarcelación presentado por su abogado a principios de mes.
El arraigo de la investigada en la ciudad o la imposibilidad de destrucción de pruebas a estas alturas de la investigación, así como el agravio con respecto a alguno de los otros imputados que quedaron en libertad son algunos de los motivos aducidos en el recurso contra el auto de prisión del 13 de noviembre.
La investigación policial de Asuntos Internos y la judicial sitúan a esta mujer a la cabeza del grupo de traficantes que recibían prebendas policiales -la supuesta cobertura a sus actividades ilícitas- a cambio de información para posibilitar la detención de otros narcos que operaban en la ciudad, lo que permitía exitosas operaciones contra el tráfico de drogas (las aprehensiones de estupefacientes entre 2014 y 2015 se duplicaron).
Según los datos que obran en las diligencias, Josefa P.G. centralizaba la información que se daba a los policías de drogas de la Comisaría de Ourense y coordinaba a los pequeños traficantes imputados. De hecho, tenía línea directa con el jefe del grupo de estupefacientes, Antonio R.F., a través del teléfono.
El magistrado también dio vía libre a la excarcelación de José V.V., alias Josito. Tanto este último como Josefa P.G. habían sido encarcelados junto a José R.R., alias Tronquito tras ser detenidos en noviembre en el marco de una operación en la que también se arrestó a dos policías de la Comisaría de As Lagoas y además se imputó en las diligencias a otros dos más, todos ellos adscritos al grupo operativo de estupefacientes.
Hasta la fecha, la operación Zamburiña contabiliza 15 investigados, de los cuales cuatro son agentes de policía.
