El Concello de Ourense continúa sufriendo las consecuencias de la falta de presupuestos durante los últimos ejercicios en un momento en el que enfila la recta final de la tramitación de las cuentas de 2020, barajando todavía el gobierno municipal si convocará un pleno extraordinario o esperará al ordinario de abril para proceder a la aprobación definitiva.
Así lo confesó ayer el portavoz de la junta de gobierno, Miguel Caride, tras dar cuenta de dos sentencias que obligan al Concello a pagar más de 365.000 euros a dos constructoras que realizaron en 2018 obras en el polígono de As Coiñás, Zaín y Reza. "En ambos casos, carecía se de crédito", explicó Caride sobre estos impagos denunciados por las empresas Nexia Infraestructura y Elencor, que percibirán también intereses por la demora en cobrar.
Esta situación y otras que comprometan la gestión quiere evitar el gobierno con el nuevo presupuesto, "que agardamos como auga de maio", añadió Caride, anunciando proyectos como un plan de asfaltado que afectará al 80% de la ciudad, "pero que non se fará de golpe".
Más servicios
Por otro lado, en la sesión celebrada ayer se acordó, como avanzó ayer este periódico, la ampliación del horario del servicio de vigilancia, atención y control de la piscina termal de As Burgas, lo que permitirá abrirla más horas en el momento en que la crisis del coronavirus lo permita. La Concejalía de Termalismo analiza todavía cómo repartir ese tiempo extra.
En materia de contratación, por su parte, se adjudicó el contrato para el suministro de electricidad a la empresa Gas Natural. El importe anual (la duración es de dos ejercicios) que abonará el Concello superá los 1,4 millones.
Además, la justicia desestimó el recurso de un conductor que reclamaba al Concello 2.297 euros por los daños de un bolardo. Se demostró que quiso acceder sin accionar la tarjeta.
