La fiscal reclama una pena de dos años de prisión para los inculpados
Dolores G.O. y Camilo N.C. se sentaron en el banquillo de la Audiencia acusados de un delito de apropiación indebida por quedarse con dinero de un pariente que había fallecido, que posteriormente reintegraron a sus herederos.
Pese a que los inculpados aseguraron que no actuaron de mala fe, las acusaciones, incluida la fiscal, sostuvieron que trataron de obtener un beneficio patrimonial ilícito.
Los hechos que fueron enjuiciados ayer ocurrieron a raíz del poder notarial que otorgó un emigrante a su cuñada, la imputada, residente en Ourense, en octubre de 2002, para velar por sus intereses en la provincia. Pero la encausada, según explicó la fiscal, el 3 de marzo de 2010, cuando ya había fallecido su cuñado, canceló una imposición a plazo fijo, retirando 50.133 euros. El dinero lo ingresó en cuna cuenta del Santander en la que la figuraba como titular y como autorizado su marido, Camilo N.C. Según las acusaciones, ambos actuaron de acuerdo.
Posteriormente, los imputados devolvieron el dinero a los herederos del emigrante, toda vez que se enteraron que la cuenta había sido cancelada tras su muerte.
La fiscal pidió dos años de cárcel y ocho meses multa a ocho euros porque aplica la atenuante de reparación del daño.
