Furia en la carretera. Eran las dos y media de la madrugada del 30 de septiembre de 2019 cuando el piloto de un Volkswagen Golf puso en jaque a la Guardia Civil de Verín. Se saltó dos controles policiales, huyó a toda velocidad y acabó empotrándose contra un coche patrulla. El investigado por estos hechos, Miguel B.M., declaró ayer ante el Juzgado de lo Penal 1 de Ourense, acusado de dos delitos, desobediencia a la autoridad en el ejercicio de sus funciones y conducción sin permiso o licencia vigente.
El enjuiciado, de nacionalidad portuguesa y con antecedentes penales por conducción temeraria, fue interceptado por agentes del Instituto Armado en un control, donde le requirieron, a través de señales luminosas, que detuviera el vehículo.
Fuga en zig zag
En vez de detenerse, el piloto comenzó una huida a gran velocidad y se incorporó a la A-52 en dirección Vigo, por donde continuó la fuga en zig zag. Al alcanzar el kilómetro 217, se saltó una señal de stop, dio la vuelta y se incorporó en dirección Benavente hacia la salida 160, que estaba bloqueada por patrullas de la Guardia Civil. Según señala el escrito de acusación, el encausado intentó esquivar el dispositivo de control e impactó contra un coche patrulla. Los daños causados ya fueron abonados por la compañía aseguradora.
El enjuiciado circulaba sin permiso de conducción, ya que el Juzgado de lo Penal 2 de Ourense se lo había retirado el 5 de junio de 2019 en sentencia firme durante un año.
La Fiscalía pide una condena de 12 meses de prisión, una multa de 7.560 euros, con una cuota diaria de 12 durante 21 meses, y el pago de las costas procesales. No se demanda ninguna cantidad en concepto de responsabilidad civil, ya que la Abogacía del Estado renunció a la misma. Además, la fiscal asegura que concurre la agravante de reincidencia por conducción temeraria.
