El Juzgado de lo Penal 1 celebró la vista oral contra Mohamed N., Redouani N., Abdelaziz N. y Belladhem A., a los que el Ministerio Fiscal y la acusación particular imputan la comisión de un delito contra la propiedad intelectual y otro contra la propiedad industrial.
Los tres primeros, según la fiscal, se dedicaban al almacenamiento para la posterior venta de efectos falsificados. Ésta la realizaban en establecimientos comerciales abiertos al público 'sin la autorización de los respectivos titulares de las marcas y derechos de autor'. De hecho, entre la acusación particular, se hallaban industrias del mundo cinematográfico como Lauren Films, Twentieth Century Fox, Universal Pictures, Warner Bross, Paramount, Columbia o Walt Disney.
Los registros en dos furgones dieron como resultado el hallazgo de un importante volumen de artículos. En el primero había de 648 pares de calzado deportivo de la marca Puma; 96 pares de la marca Adidas; 1.728 frascos de perfumes de marcas como Cacharel, Calvin Klein, Giorgio Armani, Coco Chanel, Lacoste o Carolina Herrera. La Guardia Civil encontró en la segunda furgoneta más d 350 relojes, 1.660 dvd de películas de diverso géneros, 120 videojuegos, 350 gafas, 15 estuches de pluma y bolígrafo de la marca Mont Blanc; 7.963 cd de música y 774 frascos de perfume de varias marcas. La búsqueda en un almacén de Xinzo deparó más hallazgos de igual naturaleza.
Ni estos tres acusados ni Belladhem A., que en un almacén de la misma localidad guardaba material audiovisual, ropa y perfumería, negaron ser sus propietarios. Aunque a preguntas de su abogado, únicas a las que se sometieron, afirmaron ejercer de autónomos transportando distinto material de España a Marruecos, y no haber tenido nunca problemas con la Justicia española.
Los peritos coincidieron en señalar que todos los artículos intervenidos eran sin excepción 'burdas imitaciones', y que difícilmente los compradores finales podían no ser conscientes de que adquirían productos falsos, en algunos casos a precios seis veces inferiores al de los originales. La defensa aprovechó estos testimonios para subrayar que en ningún momento los acusados 'trataron de llevar a confusión y engañar a los compradores', que acudían a los almacenes sabiendo que a la venta había exclusivamente imitaciones.
Fiscal y acusación particular enfatizaron que la sola posesión, haya o no engaño al consumidor, basta para cumplir el tipo delictivo que se les imputa. Mientras la defensa solicitó la libre absolución, la fiscal solicitó para cada uno de ellos 15 meses de prisión y 18 meses de multa, a 20 euros diarios, por cada uno de los dos delitos. La acusación particular demandó una indemnización mínima por cada película y calzado deportivo incautados.
Los registros en dos furgones dieron como resultado el hallazgo de un importante volumen de artículos. En el primero había de 648 pares de calzado deportivo de la marca Puma; 96 pares de la marca Adidas; 1.728 frascos de perfumes de marcas como Cacharel, Calvin Klein, Giorgio Armani, Coco Chanel, Lacoste o Carolina Herrera. La Guardia Civil encontró en la segunda furgoneta más d 350 relojes, 1.660 dvd de películas de diverso géneros, 120 videojuegos, 350 gafas, 15 estuches de pluma y bolígrafo de la marca Mont Blanc; 7.963 cd de música y 774 frascos de perfume de varias marcas. La búsqueda en un almacén de Xinzo deparó más hallazgos de igual naturaleza.
Ni estos tres acusados ni Belladhem A., que en un almacén de la misma localidad guardaba material audiovisual, ropa y perfumería, negaron ser sus propietarios. Aunque a preguntas de su abogado, únicas a las que se sometieron, afirmaron ejercer de autónomos transportando distinto material de España a Marruecos, y no haber tenido nunca problemas con la Justicia española.
Los peritos coincidieron en señalar que todos los artículos intervenidos eran sin excepción 'burdas imitaciones', y que difícilmente los compradores finales podían no ser conscientes de que adquirían productos falsos, en algunos casos a precios seis veces inferiores al de los originales. La defensa aprovechó estos testimonios para subrayar que en ningún momento los acusados 'trataron de llevar a confusión y engañar a los compradores', que acudían a los almacenes sabiendo que a la venta había exclusivamente imitaciones.
Fiscal y acusación particular enfatizaron que la sola posesión, haya o no engaño al consumidor, basta para cumplir el tipo delictivo que se les imputa. Mientras la defensa solicitó la libre absolución, la fiscal solicitó para cada uno de ellos 15 meses de prisión y 18 meses de multa, a 20 euros diarios, por cada uno de los dos delitos. La acusación particular demandó una indemnización mínima por cada película y calzado deportivo incautados.
