El fiscal acusa al vigués y al dueño de Dabalpo de connivencia para defraudar a la Hacienda Pública
José Manuel Costas Estévez, el vigués implicado en el mayor fraude fiscal con facturas falsas detectado en Galicia a través del "Grupo de las 5 Jotas" y con casi un centenar de asuntos a sus espaldas, también dejó su impronta en la Hacienda Pública ourensana.
Esta rama de la trama se judicializó en 2014 en el Juzgado de Instrucción 1 que ya concluyó la investigación penal, imputando a Costas Estévez pero también a Martín Díaz Dablanca, administrador único de la constructora Estructuras Dabalpo SL., con sede social en la ciudad, y que ya fue condenado en 2017 por el Juzgado de lo Penal 1 de Vigo por fraude fiscal en una del piezas de la megacausa de Las 5 Jotas.
Ahora, el fiscal reclama para el vigués ocho años de cárcel , multa de 800.000 euros, además de la responsabilidad civil que debe concretarse en la sentencia, por cuatro delitos de falsedad documental en concurso con otros tantos contra la Hacienda Pública. Para Díaz Dablanca la petición pasa por 12 años de cárcel , multa de 1,5 millones y otro tanto de indemnización pero por seis falsedades y otros tantos fraudes al fisco.
El ministerio público asegura que Costas y Díaz se pusieron de acuerdo para delinquir con facturas falsas por servicios no realizados o por negocios jurídicos inexistentes. El primero, hasta lo reconoce. Según dice el fiscal, emitió en 2009 y 2010 facturas mendaces "puesto que era plenamente conocedor de que no se correspondían a servicios realmente prestados" relacionados con el abastecimiento de madera para pilares de obra. Según añade, el propósito era "aminorar fraudulentamente la base imponible del Impuesto de Sociedades y del IVA de Dabalpo S.L.
Para la Acusación Pública, Dabalpo recibió en 2009 facturas falsas por 1,1 millones de euros; en 2010 supuestamente ascendieron a 906.702 y en 2011 llegaron a los 664.679.
Pese a que el fiscal sostiene que las compras no existieron, el ourensano aseguró en la instrucción que las obras sí fueron reales porque su constructora tenía un ingente trabajo y muchos operarios. El grupo de carpintería vigués era su principal proveedor de madera para hacer pilares en obras.
En el juicio celebrado en febrero de 2017 enVigo explicó que compraba toda la madera a Las 5 Jotas porque "era las más barata" y hasta "la más cutre" pero apta para encofrar pilares en su cientos de encargos. Sin embargo, empezó a devolver material y facturas y negarse a pagar porque las empresas de Costas empezaron a enviarle madera verde de mala calidad o a cometer errores de medición en los tablones.
Una construcción ilegal le costó seis meses de prisión
El periplo judicial de Costas en Ourense, quien también protagonizó una sonada huida a Portugal que duró dos años, incluye una condena de seis meses de prisión el pasado abril por parte del Penal 2 pero por un delito contra la ordenación del territorio en San Cristovo de Cea: la explanación y la construcción ilegal de muros de contención de piedra, con la finalidad de instalar una edificación para exposición de casas de madera por parte de su empresa.
