Es Julia Ramalho y la fama de su familia trasciende las fronteras. Las marcas RR, JR, AR o TR, que figura en su cerámica, expuestas en Ourense, es arte cotizado.
La ceramista Julia Ramalho, una de las mejores artesanas de Portugal, asegura que vive rodeada de la mayor de las riquezas, la dignidad personal. La casa, el lugar de trabajo, sigue siendo el mismo que el de su abuela, la inolvidable Rosa, una reducida estancia con un pequeño horno. Nada más. Y unas manos que hacen maravillas en el manejo del barro. Nunca hacen dos obras iguales. Todas distintas, todas creativas y diferentes. Julia Ramalho, nieta de Rosa, inteligente, alegre, creativa y cercana, ha trascendido, con sus obras, a nivel internacional. Crea animales músicos, Medusas, Descubrimientos, Las Virtudes y los pecados capitales, Nacimientos, Cristos, Santos, Alminhas, Profesiones, todas deliciosas y cuidadas.
¿Qué sería de la familia Ramalho sin el barro?
Creo que no existiría porque desde mi abuela Rosa todos, hijos, nietos y biznietos hemos vivido y sobrevivido del barro. Para mi el barro es el pan nuestro de cada día. Por eso pido a Dios dos cosas: salud y trabajo para que nunca le falte pan y leche para mis hijos.
¿Cuándo comenzó su primera obra?¿La recuerda?
La primera por la que me dieron algo fue en 1956 cuando tenía 10 años. Y, a partir de ahí comencé a dar valor a mi trabajo.
Cuantos conocimos a su abuela Rosa sabemos de su sencillez y humildad. ¿Qué le debe a ella?
Si se me permite, trato de copiar su humildad. Me gusta inmensamente estar en el campo y con la gente humilde y sencilla. Mi abuela nunca entendió el valor que le daban. Siempre se sintió humilde y trabajadora.
¿En qué se inspira a la hora de hacer una obra?
Cuando tengo una idea o la hago en aquel día o, de lo contrario, si pasan unos días ya no la hago y me olvido. Acabo de ver la Catedral y los extraordinarios belenes de Maite y de Arturo Baltar. En aquel momento gozaría teniendo barro en mis manos.
¿Hasta dónde ha llegado su obra y su fama hasta el punto de recorrer ya medio Europa?
Últimamente han llegado mis obras a Japón donde han realizado un filme sobre mi vida y mis obras. Una japonesa hizo una serie anual sobre la mujer europea y tuve el honor de salir en uno de ellos, al año siguiente salió una escritora francesa.
Ser su familia tradicionalmente de izquierdas ¿le ha creado problemas?
Bastantes por haber apoyado a uno de izquierdas en unas elecciones.
¿No tiene ninguna ayuda del gobierno?
En absoluto, ninguna. Así soy más libre, no le debo favores a nadie y nadie manda en mí. Varios ministros visitaron a mi abuela y Salazar la recibió por indicación de algunos personajes portugueses.
Quiso ofrecerle una obra y el dictador le respondió agradecido que la vendiese porque ella lo necesitaba para vivir.
Para el homenaje realizó 50 obras que son biografía. ¿Que le gustaría hacer?
Hice 50 cuadros y necesitaba otros tantos para reflejar mi vida. Hoy lo que más deseo es que no se caiga la casa de mi abuela que está muy mal. Restaurarla y guardar su memoria.
¿Cuál es la obra que más le ha gustado hacer?
El Cristo en la cruz y la Medusa, además de los pecados capitales y las virtudes.
¿Nunca ha pensado en ampliar su lugar de trabajo e industrializar sus obras?
Industrializar no. Dejaría de ser artesanía.
Rosa Ramalho se hizo célebre sobre todo por la cabra embarazada, su célebre Cristo o el ajedrez. Pero ¿por qué obra le gustaría ser recordada?
Sin duda por los pecados capitales. Mi abuela fue siempre mi gran compañera. Con ella aprendí todo, a trabajar el barro y sobre todo a ser mujer. Soy alguien que trabaja en lo que le gusta y, con mayor o menor acomodo, vivo rodeada de la mayor de las riquezas que es la dignidad personal.
Dicen algunos que perfeccionó el arte de su abuela y que Antonio aún más y que llegará muy lejos.
Yo continué la obra de mi abuela y después fui adhiriendo mis ideas. Antonio lo mismo. Es muy creativo y, para empezar, está introduciendo el color verde junto el tradicional de la abuela y mío. Cada uno sigue su camino tratando de aportar lo suyo y en esto está la creatividad. Teresa igualmente es muy buena y con ingenio. Le falta tiempo ya que tiene que cuidar a sus dos gemelas.
¿Qué sería de la familia Ramalho sin el barro?
Creo que no existiría porque desde mi abuela Rosa todos, hijos, nietos y biznietos hemos vivido y sobrevivido del barro. Para mi el barro es el pan nuestro de cada día. Por eso pido a Dios dos cosas: salud y trabajo para que nunca le falte pan y leche para mis hijos.
¿Cuándo comenzó su primera obra?¿La recuerda?
La primera por la que me dieron algo fue en 1956 cuando tenía 10 años. Y, a partir de ahí comencé a dar valor a mi trabajo.
Cuantos conocimos a su abuela Rosa sabemos de su sencillez y humildad. ¿Qué le debe a ella?
Si se me permite, trato de copiar su humildad. Me gusta inmensamente estar en el campo y con la gente humilde y sencilla. Mi abuela nunca entendió el valor que le daban. Siempre se sintió humilde y trabajadora.
¿En qué se inspira a la hora de hacer una obra?
Cuando tengo una idea o la hago en aquel día o, de lo contrario, si pasan unos días ya no la hago y me olvido. Acabo de ver la Catedral y los extraordinarios belenes de Maite y de Arturo Baltar. En aquel momento gozaría teniendo barro en mis manos.
¿Hasta dónde ha llegado su obra y su fama hasta el punto de recorrer ya medio Europa?
Últimamente han llegado mis obras a Japón donde han realizado un filme sobre mi vida y mis obras. Una japonesa hizo una serie anual sobre la mujer europea y tuve el honor de salir en uno de ellos, al año siguiente salió una escritora francesa.
Ser su familia tradicionalmente de izquierdas ¿le ha creado problemas?
Bastantes por haber apoyado a uno de izquierdas en unas elecciones.
¿No tiene ninguna ayuda del gobierno?
En absoluto, ninguna. Así soy más libre, no le debo favores a nadie y nadie manda en mí. Varios ministros visitaron a mi abuela y Salazar la recibió por indicación de algunos personajes portugueses.
Quiso ofrecerle una obra y el dictador le respondió agradecido que la vendiese porque ella lo necesitaba para vivir.
Para el homenaje realizó 50 obras que son biografía. ¿Que le gustaría hacer?
Hice 50 cuadros y necesitaba otros tantos para reflejar mi vida. Hoy lo que más deseo es que no se caiga la casa de mi abuela que está muy mal. Restaurarla y guardar su memoria.
¿Cuál es la obra que más le ha gustado hacer?
El Cristo en la cruz y la Medusa, además de los pecados capitales y las virtudes.
¿Nunca ha pensado en ampliar su lugar de trabajo e industrializar sus obras?
Industrializar no. Dejaría de ser artesanía.
Rosa Ramalho se hizo célebre sobre todo por la cabra embarazada, su célebre Cristo o el ajedrez. Pero ¿por qué obra le gustaría ser recordada?
Sin duda por los pecados capitales. Mi abuela fue siempre mi gran compañera. Con ella aprendí todo, a trabajar el barro y sobre todo a ser mujer. Soy alguien que trabaja en lo que le gusta y, con mayor o menor acomodo, vivo rodeada de la mayor de las riquezas que es la dignidad personal.
Dicen algunos que perfeccionó el arte de su abuela y que Antonio aún más y que llegará muy lejos.
Yo continué la obra de mi abuela y después fui adhiriendo mis ideas. Antonio lo mismo. Es muy creativo y, para empezar, está introduciendo el color verde junto el tradicional de la abuela y mío. Cada uno sigue su camino tratando de aportar lo suyo y en esto está la creatividad. Teresa igualmente es muy buena y con ingenio. Le falta tiempo ya que tiene que cuidar a sus dos gemelas.
