¿De qué hablamos cuando hablamos de la calidad de la Justicia? De muchas cosas. Acaso la primera sea de la capacidad del poder judicial para responder con rapidez a las demandas ciudadanas. La Justicia, y la percepción que la ciudadanía obtiene de ella, está en buena medida ligada al tiempo. Cuando más tardan en llegar las resoluciones judiciales, más miradas de desaprobación social despiertan. Paralelamente, cuanto más pronto llegan, mejor impresión causan.
A falta de datos provinciales, en el año 2008, los asuntos civiles en los juzgados gallegos de Primera Instancia, Primera Instancia e Instrucción y Familia, permanecían en trámite una media de 6,3 meses, cuando la media española es de 7,4 meses. En cambio, los recursos civiles planteados a la Audiencia, mientras en España se resolvieron en 5,5 meses, en Galicia tardaron en hacerlo 7,1 meses. En la jurisdicción Penal, frente a los 7,1 meses de media que tardan en zanjarse los asuntos en los juzgados de lo Penal, el recurso a la Audiencia se resuelve en 1,8 meses, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
En la medida que es cierto que el tiempo que los asuntos permanecen en los órganos judiciales representa uno de los indicadores de la calidad de la Justicia, no es menos falso que existen otros factores, más allá de la agilidad, que la definen. Y que no necesariamente tienen que ver con la politización o no de la designación de cargos en los órganos de gobierno del poder judicial. Hablamos, por ejemplo, de la proporción de apelaciones que se elevan a la Audiencia provincial, y este órgano colegiado, cuyo tribunal componen tres magistrados, confirma o revoca total o parcialmente, si es que el caso que no anula.
Hay que entender que cuantos más autos y sentencias se apelan, será porque mayor disconformidad habrán generado. Si nos ceñimos a los dos juzgados de lo Penal de Ourense, a lo largo de 2008 se recurrieron el 21,8% de las sentencias dictadas en ambos órganos. Una proporción ligeramente inferior a las medias gallega (22,1%) y española (22%). Ahora bien, ¿qué proporción de las sentencias apeladas, la Sala Segunda de la Audiencia confirma en los términos que fueron redactadas? El 76,3%. Esto significa que en aproximadamente tres de cada cuatro apelaciones, los magistrados de la Sala Segunda entienden que los fallos de los jueces de lo Penal estaban convenientemente motivados. Los recursos elevados y el resultado de los devueltos son datos importantes y que, tomados con las debidas cautelas, dan una aproximación a la calidad de la Justicia. En el plano de la doctrina y la jurisprudencia, los juzgados ourensanos han aplicado la legislación con mayor fidelidad y precisión que los juzgados gallegos y los españoles, cuya proporción de sentencias confirmadas por las audiencias correspondientes fueron del 73,7% y el 75,3% respectivamente.
La Audiencia Provincial
A las decisiones de este órgano colegiado, en su sección penal, fueron planteados en 2008 un total de 11 recursos de casación, de los que ocho se correspondieron con sentencias y dos con autos. El 91% fueron confirmados por la instancia superior, un porcentaje superior a las medias gallega (89,9%) y nacional (87,%).
Sentencias por tipo de magistrado
Otro de los indicadores de la calidad de las sentencias es el porcentaje de las mismas que se han dictado por magistrados y jueces de carrera. Según datos del año 2008, los dos juzgados de lo Penal que hay en la provincia de Ourense dictaron un total de 678 sentencias. El 96% de ellas estuvieron redactadas por el magistrado titular, el 3% por un juez titular de otro órgano, y sólo un 0,8% por jueces sustitutos no profesionales.
¿Dónde sitúan estas cifras a la justicia ourensana? Por encima de las estadísticas autonómica y nacional. En el caso de Galicia, el 6,7% de las sentencias de los juzgados de lo Penal estuvieron redactadas por jueces no profesionales. El porcentaje se dispara hasta el 14,9% en el caso de España, donde Madrid, Cantabria o Canarias se sitúan en cifras superiores al 25%.
En el caso de los tres juzgados de lo Social con los que cuenta Ourense, en el número 1 las 864 sentencias dictadas, lo fueron por el magistrado titular; en el número 2, 831 por el juez titular y 6 por uno titular de otro órgano; en el número 3, 531 por el magistrado titular, y 238 por sustitutos.
Los penales dictaron en diez años 6.881 sentencias
Los dos juzgados de lo Penal dictaron entre 1999 y 2008 un total de 6.881 sentencias, de las que un 28,5% resultaron ser absolutorias. El grado de litigiosidad, en estos diez años, se ha ido modificando con altibajos, pasando de las 996 sentencias emitidas en 1999 a las 678 del año 2008.
No obstante, el dato que más y mejor habla de la litigiosidad creciente no son tanto las sentencias como los asuntos judiciales pendientes.
Los asuntos ingresados en los juzgados de la provincia de Ourense continúan superando a los asuntos resueltos. Eso significa que siguen aumentando el número de casos pendientes. En el tercer trimestre del año 2009, últimos datos aportados por el CGPJ, se alcanzó la cifra histórica de 15.911. La mayoría corresponden a la jurisdicción penal (7.819) y a la civil (6.663).
El índice que calibra la relación entre los asuntos pendientes y los resueltos (tasa de pendencia), fue de 1,57, lo que significa que se incrementa el número de casos que están sin resolver. Otra tasa negativa es la de resolución, o ratio entre los asuntos resueltos y los ingresados, que a final de septiembre fue del 0,88. Ahora bien, el índice que deviene en termómetro del sistema judicial es el de congestión, que se obtiene al dividir la suma de los asuntos que estaban pendientes al inicio del período de estudio y de los nuevos casos que entraron entre los resueltos. Cuanto mayor sea el resultado peor será el funcionamiento de la Justicia. En el tercer trimestre alcanzó el 2,62. Una cifra más alta que la que se obtuvo en todo el año 2008, que fue del 1,35.
En la medida que es cierto que el tiempo que los asuntos permanecen en los órganos judiciales representa uno de los indicadores de la calidad de la Justicia, no es menos falso que existen otros factores, más allá de la agilidad, que la definen. Y que no necesariamente tienen que ver con la politización o no de la designación de cargos en los órganos de gobierno del poder judicial. Hablamos, por ejemplo, de la proporción de apelaciones que se elevan a la Audiencia provincial, y este órgano colegiado, cuyo tribunal componen tres magistrados, confirma o revoca total o parcialmente, si es que el caso que no anula.
Hay que entender que cuantos más autos y sentencias se apelan, será porque mayor disconformidad habrán generado. Si nos ceñimos a los dos juzgados de lo Penal de Ourense, a lo largo de 2008 se recurrieron el 21,8% de las sentencias dictadas en ambos órganos. Una proporción ligeramente inferior a las medias gallega (22,1%) y española (22%). Ahora bien, ¿qué proporción de las sentencias apeladas, la Sala Segunda de la Audiencia confirma en los términos que fueron redactadas? El 76,3%. Esto significa que en aproximadamente tres de cada cuatro apelaciones, los magistrados de la Sala Segunda entienden que los fallos de los jueces de lo Penal estaban convenientemente motivados. Los recursos elevados y el resultado de los devueltos son datos importantes y que, tomados con las debidas cautelas, dan una aproximación a la calidad de la Justicia. En el plano de la doctrina y la jurisprudencia, los juzgados ourensanos han aplicado la legislación con mayor fidelidad y precisión que los juzgados gallegos y los españoles, cuya proporción de sentencias confirmadas por las audiencias correspondientes fueron del 73,7% y el 75,3% respectivamente.
La Audiencia Provincial
A las decisiones de este órgano colegiado, en su sección penal, fueron planteados en 2008 un total de 11 recursos de casación, de los que ocho se correspondieron con sentencias y dos con autos. El 91% fueron confirmados por la instancia superior, un porcentaje superior a las medias gallega (89,9%) y nacional (87,%).
Sentencias por tipo de magistrado
Otro de los indicadores de la calidad de las sentencias es el porcentaje de las mismas que se han dictado por magistrados y jueces de carrera. Según datos del año 2008, los dos juzgados de lo Penal que hay en la provincia de Ourense dictaron un total de 678 sentencias. El 96% de ellas estuvieron redactadas por el magistrado titular, el 3% por un juez titular de otro órgano, y sólo un 0,8% por jueces sustitutos no profesionales.
¿Dónde sitúan estas cifras a la justicia ourensana? Por encima de las estadísticas autonómica y nacional. En el caso de Galicia, el 6,7% de las sentencias de los juzgados de lo Penal estuvieron redactadas por jueces no profesionales. El porcentaje se dispara hasta el 14,9% en el caso de España, donde Madrid, Cantabria o Canarias se sitúan en cifras superiores al 25%.
En el caso de los tres juzgados de lo Social con los que cuenta Ourense, en el número 1 las 864 sentencias dictadas, lo fueron por el magistrado titular; en el número 2, 831 por el juez titular y 6 por uno titular de otro órgano; en el número 3, 531 por el magistrado titular, y 238 por sustitutos.
Los penales dictaron en diez años 6.881 sentencias
Los dos juzgados de lo Penal dictaron entre 1999 y 2008 un total de 6.881 sentencias, de las que un 28,5% resultaron ser absolutorias. El grado de litigiosidad, en estos diez años, se ha ido modificando con altibajos, pasando de las 996 sentencias emitidas en 1999 a las 678 del año 2008.
No obstante, el dato que más y mejor habla de la litigiosidad creciente no son tanto las sentencias como los asuntos judiciales pendientes.
Los asuntos ingresados en los juzgados de la provincia de Ourense continúan superando a los asuntos resueltos. Eso significa que siguen aumentando el número de casos pendientes. En el tercer trimestre del año 2009, últimos datos aportados por el CGPJ, se alcanzó la cifra histórica de 15.911. La mayoría corresponden a la jurisdicción penal (7.819) y a la civil (6.663).
El índice que calibra la relación entre los asuntos pendientes y los resueltos (tasa de pendencia), fue de 1,57, lo que significa que se incrementa el número de casos que están sin resolver. Otra tasa negativa es la de resolución, o ratio entre los asuntos resueltos y los ingresados, que a final de septiembre fue del 0,88. Ahora bien, el índice que deviene en termómetro del sistema judicial es el de congestión, que se obtiene al dividir la suma de los asuntos que estaban pendientes al inicio del período de estudio y de los nuevos casos que entraron entre los resueltos. Cuanto mayor sea el resultado peor será el funcionamiento de la Justicia. En el tercer trimestre alcanzó el 2,62. Una cifra más alta que la que se obtuvo en todo el año 2008, que fue del 1,35.
