Se le juzga por violar a su compañera de piso, y él alega que fue sexo consentido. “Se abalanzó sobre mí y me quitó la ropa, empecé a llorar”, declaró la víctima de la presunta violación
La sección segunda de la Audiencia acogió ayer el juicio sobre una presunta agresión sexual ocurrida en un domicilio de la calle Antonio Puga. La víctima, de nacionalidad peruana, declaró este lunes que el 15 de abril de 2022 sufrió una violación por parte de su compañero de piso, Moisés I. M. Ambos admiten la relación sexual, pero difieren en si fue consentida.
Según la propia versión de la víctima, ella llegó de trabajar pasadas las nueve de la noche al piso y, cuando se iba a acostar, el acusado le ofreció un kebab. Tras comérselo, se fue hasta su dormitorio y no volvió a salir. La víctima contó que cerca de la una de la madrugada el acusado llamó a la puerta de su habitación y, cuando le abrió, vio a Moisés “completamente desnudo y con el pene erecto, después se abalanzó sobre mí” y le arrancó la ropa.
Posteriormente, mientras la agarraba del cuello y le tapaba la boca para que no gritase, relata que sufrió una violación vaginal sin preservativo. Tras violarla, según relató la víctima, Moisés le dijo: “Eres tan bella que ese es tu pecado”. Seguidamente, le pidió que se casase con él para tener papeles.
Ambos se quedaron en la cama hablando tras la presunta agresión, incluso él “me llegó a decir que quería tener hijos conmigo”. Ella aseguró que tenía miedo y por eso trató de aparentar normalidad quedándose en la habitación. De hecho, no abandonó el domicilio hasta las siete de la mañana, hora en la que solía irse a trabajar. Se duchó y acudió a un bar donde la camarera “me calmó y me dijo que tenía que denunciar”, y fue entonces cuando acudió a la Comisaría.
Versión del acusado
“Soy inocente, nunca le he hecho daño a ninguna mujer”, aseguró ayer Moisés, de nacionalidad brasileña, durante el juicio. Según su versión, la acusada tras irse a la habitación después de cenar volvió al salón varias veces, en una de ellas él le preguntó de forma brusca si quería algo. Como no le gustó la actitud que tuvo con ella, según su testimonio, fue a pedirle disculpas a la habitación y ella las aceptó.
Tras ello, explicó que se sentaron en la cama a hablar y “ella estaba muy sexy con un vestido medio transparente”. Le preguntó si tenía pareja y ella le dijo que no y, como se sentía cómodo y “me dio a entender que quería que la besase”, le intentó dar un beso, pero la víctima se apartó.
Moisés explicó que le pidió perdón por intentar besarla y ella lo aceptó sin problema, por lo que siguieron hablando. Minutos después, contó que ambos tenían sus piernas pegadas y ambos se agarraron y empezaron a besarse. “Ella me hizo sexo oral y yo a ella”, dijo el acusado, quien indicó que tuvieron sexo vaginal durante unos 20 minutos. En este sentido, señaló que él le preguntó si era necesario que se pusiera preservativo, a lo que la víctima le dijo que no.
El forense indica que las lesiones son compatibles con ambas versiones
El forense que hizo la exploración a la víctima indicó ayer que las lesiones que tenía eran compatibles con la versión de la víctima, aunque también con una relación sexual consentida. En este sentido, los agentes que tomaron su testimonio indicaron que “estaba nerviosa y alterada” y “no creímos que mintiese”.
Fiscalía pide 8 años de prisión para el acusado y 7.800 euros de indemnización
El Ministerio Fiscal solicita ocho años de prisión para el acusado por un delito continuado de violación y la pena de prohibición de aproximarse a la víctima durante el mismo tiempo. Asimismo, pide 1.800 euros por las lesiones sufridas y 6.000 euros por el daño moral causado. Por su parte, la acusación particular reclama 9 años de cárcel para Moisés.
La defensa solicita la absolución por las contradicciones de la víctima
La defensa pidió la absolución de su representado, ya que considera que la víctima presentó varias contradicciones en su declaración y como considera que hay dudas, pide aplicar el principio de in dubio pro reo.
