Ourense

La huella borrada de la Torre

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photo_camera La fachada del edificio, antes y después del mes de septiembre de 2019, cuando se retiró el rótulo del San Martín. (MIGUEL ÁNGEL)
El edificio que acogió el hotel San Martín ha perdido un símbolo muy reconocido por los ourensanos: el rótulo. El cambio de gerencia motivó la desaparición de las letras, para disgusto de expertos, historiadores o arquitectos

El arquitecto madrileño Antonio Alés Reinlein escogió su destino en un mapa de España con los ojos cerrados. Llegó a Ourense en la primera mitad del siglo XX. Llegó a presidir la Diputación provincial y levantó uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la Torre. La cumbre de Ourense albergó desde los años sesenta el antiguo hotel San Martín. Un proyecto que arrancó con atrancos. El arquitecto ourensano Javier Suances, alumno y colaborador del artífice de la Torre, recuerda a sus 87 años que si aquello salió adelante fue por la "ilusión" de su maestro. Y la persistencia.

El reciente cambio de gerencia del hotel (no del edificio), que compró el grupo Barceló, motivó que hace tres meses decidiesen imponer su marca, borrando la huella de un emblema de la ciudad: el rótulo del San Martín. La decisión no contenta a muchos ourensanos, ciudad ligada a la innovación desde la construcción de la Torre, un proyecto que cambió para siempre el "skyline" de As Burgas, dominado por nuestro único "rascacielos"; así le llaman muchos ourensanos todavía. A los expertos tampoco les gusta la decisión.


Un avance arquitectónico


Javier Suances recuerda el hito de la construcción de la Torre y se apena por la retirada del letrero. "Es un edificio emblemático y es una pena que se vayan borrando muchas cosas en Ourense y en Galicia", dice. "Alés Reinlein hizo un trabajo muy meritorio. Tiene que hacérsele un homenaje. En aquellos tiempos, exagerando un poco, aún se picaba piedra y aquí con la Torre se hizo algo innovador, supuso un avance muy importante para la ciudad. Fue una intervención muy puesta al día". Del nombre recuerda que "se le dio muchas vueltas y acabó siendo el patrón de Ourense. Es una pena que nos borren nuestra identidad y costumbres". Con el arquitecto trabajó desde la construcción del edificio hasta el cierre de su estudio, en 1978. 


La ciudad “amputada"


El historiador Fernando Valcárcel y apasionado de la ciudad, especialmente de sus hoteles (es autor de "Gran Hotel Roma", completo trabajo de investigación sobre otro espacio emblemático), lo tiene claro: "Eliminar las letras del San Martín fue un error. La ciudad quedó amputada". A la memoria le viene otro recuerdo de la Torre: "La melodía que tenía el reloj y que recordamos la gente entre 40 y 50 años, también desapareció". 


Integración en la marca


Antonio Santiago Río Vázquez, arquitecto de la Universidad de A Coruña, tiene varias investigaciones sobre Antonio Alés Reinlein. Es, además, experto en patrimonio industrial e historia de la arquitectura. "El rótulo está en la propia identidad de cuando se hace el edificio, en el sentimiento de colectividad. Y las letras son también objeto de diseño. Tendemos a proteger una parte de los edificios, pero no hay cultura de protección a pequeña escala, como en este tipo de diseños, en la edificación moderna", apunta. 

Apuesta por "intentar que el nuevo nombre diseñe las líneas de lo que ya existía". Pone el ejemplo del Instituto Cervantes en Madrid: "Se sustityó el rótulo pero se buscó la misma tipografía y tamaño de las letras que tenía antes".


Símbolo de Identidad


Óscar Gónfer, arquitecto ourensano, incide en el concepto del paisaje como percepción visual, "que incluye el sentimiento, la impresión y la sensibilidad". "El cartel se ha incorporado al paisaje urbano de la ciudad, debería estar protegido. El hotel debería conservar el formato, el tamaño y el tipo de las letras. En el paisaje entra el concepto identitario", explica.

Eduardo Blanco Amor escribió sobre el edificio en un artículo de La Región en 1967, antes de finalizarse la obra. "La Torre de Ourense va a ser estrenada en grande por los emigrantes de todo el mundo que aquí se reunirán a cavilar en voz alta sobre sus inquietudes". 


Un diseño que llegó a la cubertería del antiguo hotel


Todavía se conservan los bocetos del diseño de Alés del letrero del San Martín. No solo el rótulo, sino que incorporó la tipografía al menaje y cubertería del hotel. El 27 de junio de 1996, Maribel Outeiriño escribió en La Región un especial con motivo de la celebración de los 25 años de la Torre, el edificio que cambió la ciudad. En él se recordaba este diseño emblemático que va más allá de un simple rótulo. 

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