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La primera "familia" del CHUO

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photo_camera Antonio Varela (centro) posa con su placa homenaje al primer niño nacido en la Residencia. A su izquierda, el ginecólogo Constantino Abades, y a su derecha, Félix Rubial.
El hall de la antigua Residencia Nosa Señora do Cristal acogió el reencuentro de numerosos extrabajadores, activos durante la primera etapa del centro. Anécdotas, abrazos y fotografías para celebrar medio siglo de historia

El hall del edificio Cristal retrocedió este martes varias décadas en el tiempo. Numerosos extrabajadores de la antigua Residencia participaron en la celebración de los 50 años del CHUO, y frente a antiguas fotos recordaron anécdotas, cenas y comidas compartidas.

"Acórdaste na inauguración, cando veu o director xeral Martínez Estrada e non entraba polas portas do ancho que era?", le comentaba Manuel Bolaño, excelador, a su amigo Feliciano López, exlimpiador. La palabra más repetida entre todos: familia. "Al principio seguíamos los mismos que trabajábamos en las instalaciones anteriores, aunque al pasar el tiempo y crecer fuimos perdiendo aquella relación", explica Fina de la Fuente, excocinera.

Pero aunque la plantilla aumentó considerablemente (de un centenar a los más de tres mil de la actualidad) y la tecnología irrumpió es escena, "o traballo é o mesmo", según asegura el ginecólogo Constantino Abades, jefe del servicio desde el sexto mes de vida del centro. "Eramos un equipo novo. Esta foi a primeira residencia xerarquizada de Galicia, con dedicación completa", añade.

El gerente del CHUO, Félix Rubial, enfatizó y agradeció el esfuerzo de los primeros trabajadores: "Ninguén mellor que vós sabe que erades poucos, pero valentes".

"Eramos 20 celadores, había moito traballo"

Antonio Prejigueiro comenzó a trabajar como celador en la Residencia Nosa Señora do Cristal poco después de su inauguración, una labor que desempeñó 22 años.  Prejigueiro echa la vista atrás y reconoce el estrés del principio: "Era moito traballo e poucos a facelo, cando entrei eramos 20 celadores e cando me xubilei xa eramos máis de oitenta". A su alrededor hubo muchos cambios: "Acórdome cando se fixo a escola de enfermeras, a parte maternal, que non existía, e tamén da ampliación deste edificio". Pero no se amilana: "Aínda lle podo ensinar aos novos algún rincón escondido".

“Aínda gardo a cadea da Virxe do Cristal"

El primer niño nacido en la Residencia es ahora trabajador del CHUO. El 19 de mayo del 1969, la madre de Antonio Varela "estrenó" la sala de partos. "Fixeron coma un pequeno acto, regaláronme un equipo de cuna, unha cadea conmemorativa coa Virxe do Cristal, leváronlle un ramo a miña nai...", explica Varela, que recuerda haber estado ingresado más tarde, con dos años. De la celebración de su nacimiento guarda la cadena, así como numerosos recortes de prensa de la época y una fotografía que le hicieron con las enfermeras. "Toda esta zona cambiou moito", asegura Varela. 

“Coñezo cada rincón escondido do edificio"

Feliciano López fue uno de los peones que trabajó en la construcción del edificio del Cristal. Después se quedó como limpiador hasta su jubilación, hace más de veinte años. "Eu coñezo todo o edificio, sei todos os rincóns que hai escondidos", asegura. De su época laboral guarda muchos recuerdos con la "familia" de la Residencia: "Os limpiadores falábamos con todo o persoal, cos celadores, cos conserxes, co administrador, coas da centralita... Tiñamos moita relación. Polo día de San Juan invitábannos a todos os traballadores a comer fóra". Ahora es su hijo el que trabaja en el CHUO.n

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