La sociedad post-COVID

BeFunky-collage (7)
Sociólogos, historiadores, arquitectos o ecólogos reflexionan sobre un Ourense futuro más solidario, con viviendas para mayores, huertos en casa y más zonas verdes. Una ciudad con "identidad" y sin estrés. 

Cómo será el mundo después del coronavirus? Quién no lo ha pensado. ¿Y Ourense? Un grupo de expertos elabora un boceto de lo que puede llegar a ser nuestro entorno más cercano. Sociólogos, arquitectos, ecólogos, historiadores y creativos coinciden en que ni la sociedad ourensana ni los que la forman serán los mismos. 

“Paisanos a mucha honra"
El doctor en Sociología y profesor del Campus Alberto Saco asegura que la capital “tiene sus señas de identidad muy marcadas”. La referente al modo de vida indica que “nunca ha dejado de ser una capital de provincias”. “La identidad o identidades de Ourense residen mayormente en sus barrios. La provincia, en la misma línea, presenta una gran diversidad de culturas locales. Si tuviera que poner un denominador común a capital y provincia sería el de 'diversidad en común'". Habrá un cambio de mentalidad. “Implicará dejar de hacernos los 'señoritos' y ser los paisanos que somos en realidad. Sin complejos y con mucha honra”.
Saco confía en la oportunidad que la crisis va a generar en el medio rural ourensano. “Es el momento del rural. El momento de restañar viejas heridas y agravios y de compartir toda la riqueza que podamos producir y gestionar en armonía los centros urbanos y las zonas hasta ahora deshabitadas. Eso va a cambiar notablemente y para bien”.

Una ciudad tranquila
Rosa María Cid Galante es historiadora y psicopedagoga. Gran conocedora de la historia local. “Vai ser unha lección de vida para todos. Vainos volver a todos máis solidarios. Confío en que haxa maior valoración do reparto das cousas e a nivel social, a ver si por unha vez empezamos a valorar a todo o mundo polo traballo”.
 Galante cree que Ourense “é unha cidade moi peculiar, somos xente de moita tranquilidade, un ritmo de vida pausado. Tranquilos no ocio, conservadores no gasto… Igual non cambia moito a forma de vida. É unha cidade adecuada para vivir nestes tempos, non temos estrés”.
Pilar Burillo es investigadora del Instituto para el Desarrollo de la Serranía Celtibérica y demógrafa. Una de las expertas en territorios despoblados como Ourense. Pone el foco en el envejecimiento: “La gente mayor está olvidada en España. Hay un problema bastante gordo en territorios dispersos como Ourense. No sé si se crearán estrategias para ayudar a los mayores, pero la sociedad va atener un crac económico tan brutal que con sobrevivir va a bastar”. Más optimista es con el concepto de autosuficiencia: “Está entrando la idea de que vamos a ser más autosuficientes, se valora más tener suficiente alimento, aunque con las medidas actuales la gente sigue sin poder cultivar su campo”.

Reivindicación de la huerta
María Durán es educadora ambiental y responsable de recursos naturales en Amigos da Terra Ourense. “As nosas prioridades vitais van cambiar. Preocuparemonos de dispoñer de alimentos sanos que estean producidos preto das nosas casas, ou incluso ser capaz de producir os nosos propios alimentos. Preocuparemonos de ter zonas verdes ao lado, de ter hortas… Ter  espazos saudables que nos garantan o noso benestar. Todo isto debe pasar a formar parte das nosas prioridades e da nosa normalide despois desta crise”, dice. Va más allá: “Se preguntamos a principios de este ano nunha escola en Ourense quen de maior querería ser agricultor probablemente a resposta fose que ninguen. Se facemos a mesma pregunta a principios do novo curso a resposta vai ser ben distinta”.

Edificios accesibles
Repara en la sostenibilidad el arquitecto carballiñés Manuel Gallego Jorreto, Premio Nacional de Arquitectura. “Hay que pensar en otra manera de ver la arquitectura, la sostenibilidad va en serio. Nos estamos dando cuenta de que una vivienda es algo más, no solo un espacio para comer y dormir. Hay que hacer una reflexión muy global, no hay recetas a corto plazo”.

La arquitecta ourensana Belén Vaz, experta en accesibilidad y neuroarquitectura, dice que “el Ourense del futuro se deberá poner las pilas en accesibilidad universal. La gente, arquitectos especialmente, se ha dado cuenta de que es algo que nos compete a todos, no solo a personas con diversidad funcional, y más en una ciudad tan envejecida como la nuestra. Ourense está sufriendo el confinamiento de manera importante, evidenciando sus carencias en el diseño”. Vaz apuesta por proyectos urbanísticos que “promuevan valores de mayor sostenibilidad, inclusión y empatía medioambiental y social”.

El cineasta Plácido Romero se mantiene “escéptico” al cambio social pero como creador, confía en que el día después se genere “unha regresión artística e literaria moi importante. As grandes crise que houbo, así o xeraron”. En la percepción más optimista, quizás sea el momento pare esa Auria literaria del siglo pasado. Entre otros cambios sociales.

Te puede interesar