CAMPAÑA 26J

El laboratorio de Ciudadanos

photo_camera La candidata de Ciudadanos, Fátima Balsa, con sus compañeras de trabajo en el laboratorio de la Residencia de Ourense.

La candidata de Ciudadanos, Fátima Balsa, visita a sus antiguas compañeras del laboratorio de la Residencia de Ourense, que no se soprenden de su paso a la política porque "siempre ha sido muy reivindicativa". 

Tenía que haber traído el uniforme para ayudaros", comenta Fátima Balsa al entrar en el laboratorio de la Residencia de Ourense. Es sábado y hay menos jaleo que un día laborable. Elia Vázquez y Sonia Vázquez están registrando muestras para proceder a su análisis. Piedad se esconde al ver al fotógrafo. Balsa viste hoy la bata de candidata de Ciudadanos. Desde hace un año su plaza como técnica de laboratorio está en el Hospital de Verín. Antes pasó por Monforte y Ourense. A sus excompañeras no les ha sorprendido su incursión en política. "A ella le va eso. Habla muy bien y es muy reivindicativa con los derechos. Ya lo era antes. Espero que luche por nosotros si llega al Congreso", afirma Elia. "Tenemos mucho que luchar por la conciliación de las mujeres", mitinea Balsa. Le está empezando a coger el pulso a la política. En las pasadas elecciones consiguió 15.000 votos casi sin comparecer en la campaña electoral. "Yo no entro en cábalas, pero estoy asombrada por el apoyo. A mí no me conocía nadie, pero el empuje de Albert Rivera es increíble". No ha traído propaganda, pero quiere regresar otro día para repartir folletos también en Urgencias, en donde también ejerció.

"A ver si se lucha por una guardería en el hospital", reclama Elia. En dos minutos de conversación ha aparecido tres veces la palabra lucha. De eso algo sabe Fátima Balsa. Hace 17 años perdió a su hija adolescente en un accidente de tráfico e inmediatamente se enroló en Stop Accidentes para prestar apoyo psicológico a las personas que pasan por un drama similar. Licenciada en Psicología, sus estudios y las compañeras del hospital la ayudaron a superar el trauma. "Somos como una familia, pasamos muchas horas en el trabajo y haces terapia emocional", confiesa Balsa.

Su padre falleció a los 50 años de un cáncer y al año siguiente se ahogó su hermano. Pero siguió en la pelea de la vida sin bajar los brazos. Decidió meterse en política porque se considera reivindicativa y luchadora. Estuvo afiliada a Comisiones Obreras y ahora ha cambiado al CSIF. "Mis compañeros me animaron a dar el paso político. Hay gente que tiene miedo, pero ha aparecido un partido del que me gusta su ideario porque preconiza la solidaridad y estoy en el sitio adecuado. Tengo la oportunidad de cambiar España y la quiero aprovechar. El PP no es capaz de solucionar la corrupción y tendría que pasar el testigo", proclama desde el uniforme de candidata.

Cuenta también con el respaldo de su familia. Su marido, funcionario en la Tesorería de la Seguridad Social, está ilusionado con la aventura, al igual que su hijo de 23 años, que se va a graduar en unos días como teniente del Ejército. El pequeño, de 16, sigue con devoción y recorta sus apariciones en los periódicos, en los últimos días más frecuentes. Fátima Balsa tiene una carta escondida para mejorar los resultados de las pasadas elecciones. "Mi madre y mi tía, las chicas de oro de 87 y 83 años, me hacen campaña en el Hogar del Pensionista. Me han dicho que van a llevar papeletas. Se me va a enfadar Viso, pero todos me van a votar a mí", bromea.

Precisamente, el cabeza de lista del PP, Miguel Ángel Viso, la atacó en un debate reprochándole su "vocecita", pero ella no se amilanó: "Le dije que eso ya no lo puedo cambiar, pero lo que sí puedo cambiar son sus políticas y acabar con la corrupción". PP y Ciudadanos pescan en caladeros parecidos.

Presume de ser candidata por primarias, aunque sólo necesitó 11 votos para imponerse a su rival, el conocido empresario Benito Iglesias, que consiguió 5 apoyos. Ella prefiere quedarse con el porcentaje. En la formación de Albert Rivera aseguran que lo que más atrajo de Balsa "es su perfil no político para hacer política". Son conscientes de que las encuestas les conceden pocas posibilidades de conseguir un escaño por Ourense, por eso se toman estas elecciones como el laboratorio para ensayar el asalto a la Xunta de Galicia en el mes de octubre.

Fátima Balsa regresará casi con total seguridad a su laboratorio en el Hospital de Verín el día 27. "La verdad es que en caso de ser elegida echaría de menos a mis compañeras", dice. "Tú estás contenta en cualquier sitio", resume Elia.

Te puede interesar