Integrante ourensana de la misión para la mujer de España en la ONU
Bemposta es una pequeña localidad del municipio ourensano de Vilardevós, en España. Turtle Bay es una de las vecindades de New York, ubicada en la parte oriental del Midtown de Manhattan. Allí está ubicada la sede central de Naciones Unidas. A los abuelos ourensanos de Laia Capafóns Fernández, Ramón y Amelia, nunca se les hubiese pasado por su imaginación situar en tales latitudes a una de sus nietas. Si pudiesen vivirlo, seguro que no llegarían a creerlo. Laia Capafons Fernández es la protagonista, de sangre ourensana, con su grado en Derecho y su reciente máster en Diplomacia y Función Pública vela por los derechos de la mujer en la ONU, a través de una beca de trabajo que la mantiene allí en plena actividad, junto a la delegación española.
¿Cómo llega una joven de 23 años a trabajar y a fotografiarse ante el Consejo de Seguridad de la ONU?
Pues, ante todo, con mucho tesón y mucho esfuerzo, y con el convencimiento de que el Derecho internacional se ha convertido en mi principal objetivo profesional. Muy pronto tuve claro que me gustaba y quería dedicarme a su ejercicio, y en particular a los derechos humanos. Creo que hay mucho que hacer y puede que sea difícil cambiar las cosas, pero nunca imposible. Siempre quise poder dar voz, algún día, a todas aquellas personas que por su condición o situación no tenían ninguna. Tras finalizar mis estudios en Derecho, me aceptaron en el Máster de Diplomacia y Función Pública del CEI “Centre d'Estudis Internacionals” de Barcelona, donde me especialicé en Derechos Humanos, estas prácticas se incluyen dentro de mi formación de cara a concluir ese máster.
Supongo que debe ser una sensación fuera de lo común estar en una organización donde se toman tan importantes decisiones.
Sin duda, es una experiencia brutal. Concretamente, estoy dentro de la misión permanente de España dentro de Naciones Unidas, y más específicamente en la misión de la ONU para la mujer, la paz y la seguridad, que busca promover los derechos de la mujer en los conflictos armados y conseguir que se vea a nuestro género como una figura útil en los procesos de paz, y no tanto como una víctima. Precisamente, este año España tendrá un gran papel en esta materia, con la asunción de la presidencia del consejo permanente el próximo mes de octubre.
Ha sido también Erasmus en Alemania. ¿La sociedad americana es mucho más distinta?
Sin duda alguna, es una sociedad muy individualista. Aquí prima la máxima del "time is money". Nunca verás una risa a primera hora de la mañana, viven con la sensación de no poder perder ni un minuto.
Concretamente, ¿en qué está trabajando en la actualidad?
Actualmente, trabajamos en la revisión de una de las resoluciones de la ONU, la 1.325, que es la que se dictó desde las Naciones Unidas para fomentar el papel de la mujer en el ámbito de la paz y la seguridad. Fue el primer documento del Consejo de Seguridad que trató el efecto desproporcionado del conflicto armado en el sexo femenino. Con su revisión, pretendemos que las mujeres participen con igualdad e intervengan plenamente en la prevención y resolución de los conflictos y en la consolidación y mantenimiento de la paz. Inglaterra siempre ha sido el país que ha tutelado esta cuestión, aunque España también quiere tener un papel muy activo en este debate. Y, cuando asuma la presidencia del Consejo de Seguridad como miembro no permanente, seguro que será una de las prioridades de su labor.
Cuénteme como es un día de trabajo suyo.
Bueno, mi jornada comienza leyendo un sinfín de correos electrónicos. Luego, siempre tenemos reuniones sobre las cuestiones que se están debatiendo. Acompaño a los diplomáticos de España a ellas para tomar notas que luego tendré que reportar al Ministerio de Asuntos Exteriores. Desde Madrid se toman las decisiones en muchas de las cuestiones que se plantean siempre en base a la información que nosotros le reportamos tanto de las reuniones, como de las posturas del resto de países de la ONU, etcétera.
