El PSOE provincial quiso rendir homenaje, dentro de los actos del Día de la mujer, a unas trabajadoras incansables por el socialismo, que llevan militando en la causa feminista desde hace muchas décadas.
"Estivemos moitos anos escondidas, facendo reunións na clandestinidade...Canto me teño arrastrado eu polo socialismo!". Carmen Rodríguez Novoa relata con nostalgia los tiempos de su afiliación a la causa socialista y feminista en unos tiempos duros. Ella, al igual que otras muchas, supo dar un paso al frente y rebelarse. "Sempre fomos feministas", recordaron ayer en un acto en el que el PSOE provincial homenajeó a ocho de las militantes históricas que todavía siguen en activo, en el Centro Cívico de A Ponte. "Fixestes posible un mundo máis xusto e mellor", les recordaba Zaida Rodríguez, secretaria provincial de Igualdad.
Carmen, a sus 95 años, era la más veterana de un grupo de luchadoras incansables en el mundo político. "Recordo a época na que estiven repartindo propaganda de Felipe González en medio dunha chuvia tremenda polo Paseo. Cheguei a casa empapada e pensaran que mexara por riba", relata. Fue la primera afiliada de la agrupación local. "A túa vida chámase PSOE, es unha traballadora incansable", le recordaba un compañero. Y sigue al pie del cañón : "O xoves estaba á cabeza da manifestación levando a pancarta".
No fue la única protagonista. La histórica Julia Pérez Barroso se confesaba "emocionada" por lo vivido el 8-M. Ella fue la fundadora en los 80 de la Asociación de Mulleres Progresistas do Carballiño, y en su casa "sempre se falou de socialismo".
María Isabel Santos, "Maribel de Bande", se afilió al partido al salir de la dictadura. "Era unha maneira de cambiar as cousas", dijo. En medio del homenaje quiso salir al estrado para expresar sus sentimientos tras el 8-M: "Foi un fito histórico e unha ilusión moi grande ver como a xente nova está tomando conciencia. Non estamos en contra dos homes, só a favor dunha sociedade máis xusta, porque se faltan as mulleres, falta a metade da sociedade".
Junto a ellas, había otras cinco rosas luchadoras. Como Mercedes Bouzo, militante de la ciudad que se afilió después de fallecer Franco y que todavía participa en la agrupación local. O María Jesús González, afilada en el 84, que estudió en Santiago y Madrid, donde se vinculó a una asociación de mujeres progresistas.
También estaba Manuela Blanco que, como "esposa e nai de socialistas", lleva vinculada al partido desde 1978 y mira al futuro "con esperanza"; Julia Francisco, de Monterrei, maestra "rebelde e inconformista, y Carmen Martínez, de Ramirás, cuyo padre, republicano represaliado, fue uno de los fundadores del PSOE de Ourense.
