Javier Parisi: “Lennon siempre me llamó la atención, el parecido llegó después”

Javier Parisi es conocido también como “El John Lennon argentino”, y es algo que lleva con orgullo, puesto que interpretar al exintegrante de los Beatles es un trabajo que realiza con esmero, cuidando cada detalle, para lo que reside tres meses cada año en el Liverpool natal del artista. En el Reino Unido perfecciona su pronunciación, además de estar en contacto con figuras que conocieron al autor de clásicos como “Imagine”. Este sábado, a las 21.00 horas, ofrecerá un concierto en el Centro Cultural Márcos Valcárcel.

¿Cómo se siente de cara a la actuación del próximo fin de semana en Ourense?

Con muchísimas expectativas y muy contento de estar aquí, es la primera vez que vengo. Después de estar girando por varios lugares de habla inglesa, es lindo estar en un país en el que el idioma es el nativo de uno.

Usted viaja cada año a Liverpool, ¿cómo es ese proceso de meterse en la piel del artista?

El tiempo que estoy en Inglaterra lo paso en la casa de Helen Anderson, que fue la diseñadora de las famosas gorras de Lennon y fue también con él a la escuela de arte. Imagínate lo que es aprender de primera mano cosas de Lennon y trabajar fuerte en lo que tiene que ver con la personificación, con lo psicológico de Lennon, porque no es solo cantar sus canciones encima de un escenario. Mi trabajo también es recrear a Lennon en su vida cotidiana, a la hora de trabajar en películas o documentales. Yo soy Javier Parisi, mi familia siempre me dice que soy una persona que quiere mucho y ama a Lennon, no una persona que se cree que es él. Yo les digo que lo que quiero es siempre cuidar a Lennon, por el tema de su imagen.

¿Por qué Lennon?

Muchos piensan que recreo a Lennon porque me parezco a él, pero no. Yo me enamoré de los Beatles cuando tenía ocho años, en 1988, cuando no había internet. Le pedí a mi madre que quería estudiar inglés y guitarra por los Beatles, y la figura de Lennon siempre me llamó la atención, por su rebeldía, por su sentido del humor, y después pasó el tiempo y a los 18 años apareció el parecido físico. A mí me dijo un amigo que me parecía a él, yo ni me dí cuenta porque tampoco lo estaba buscando. A los 20 años formé mi primera banda tributo a los Beatles en Argentina con amigos, y seguí estudiando el personaje. Comencé a recibir llamadas desde Inglaterra, y ahí me di cuenta de que los ingleses estaban viendo algo yo no veía, y ya comencé a trabajar con coaches ingleses y fue dándose el salto hasta conocer a Helen Anderson. Julian Lennon, el hijo de John, me sigue por Instagram porque vio unas imágenes mías, y le dijo a Helen: “No puedo creer que se parezca tanto a mi padre”.

Lo suyo va más allá de la canción, imita cada detalle del artista, sus gestos…

Tal cual, y algo que tiene mucho que ver es el tema de la gestualidad, que es lo que termina por conformar el personaje, porque alguien se puede parecer, pero después en el escenario es otra cosa, cómo caminaba él, cómo masticaba chicle todo el tiempo… eso lo tienes que llevar a la recreación.

¿Se le puede dar un toque personal a los clásicos o hay que ceñirse al libreto?

Las versiones que hago siempre son originales. Lo que hago a veces, cuando el concierto es más íntimo, es bucear en la información de la situación de Lennon a la hora de componer esas canciones.

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