El colectivo sostiene que lo hacen tres centros concertados y amenazan con ir a los juzgados

Los libreros critican la venta de libros de texto en colegios

Pilar Rodríguez, José Manuel García y Francisco Negro, momentos antes de la comparecencia. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Mostrar un rechazo rotundo a la práctica de venta de libros de texto que todavía realizan algunos centros de ensañanza concertada de la provincia fue el objeto de una comparecencia protagonizada ayer por varios miembros de la Agrupación de Libreiros de Ourense que al unísono exigieron 'respeto' a las actividades de los profesionales del sector. Aseguran que se trata de una venta 'ilegal' por ir en contra del artículo sexto de la Ley de Comercio Interior de Galicia.
En el punto de mira del colectivo se sitúa el centro 'La Purísima' de la ciudad -con el que ya iniciaron la vía judicial el pasado 15 de junio mediante el acto de conciliación, que antecede a la tramitación de una demanda- y dos de Franciscanas de O Carballiño y O Barco -a los que ya se han enviado las pertinentes circulares informativas sobre el asunto en un intento de conciliación para hacerles cambiar de actitud-. La presidenta de los libreros, Pilar Rodríguez, calificó las acciones de venta en estos centros de 'espantosas' e ilustró la situación que están viviendo con un símil: 'Es como si los colegios en vez de enseñar se dedican a vender chándales o zapatos'.


CONTROL DE LA XUNTA

Rodríguez recordó que cualquier comerciante antes de vender necesita los permisos y licencias para que sus acciones sean lícitas. Además, informó de que cuentan con el apoyo de la Dirección Xeral de Comercio que, tras conocer sus quejas, realizará los controles y trámites necesarios para evitar que esta situación se repita.

El abogado de la agrupación de Libreiros, José Manuel García, explicó que con las cartas que ha enviado el centro a los padres de los alumnos avisando del servicio de venta de libros existe 'una publicidad comparativa de tipo peyorativo'. Además, concretó que se publicita el servicio con un cierto tono de presión a los padres e incidiendo en su comodidad y facilidad, lo que puede equipararse a un acto de competencia desleal. El letrado García Sobrado aseguró que 'si no cesan esta actividad' se interpondrá una demanda por vía ordinaria en la que solicitarán que se interrumpa y reclamarán daños y perjuicios.

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