El día de mayor volumen fue el 2 de mayo de 2018, cuando se registraron 158 llamadas.
Marcos L.R., de 38 años, se sentó este jueves en el banquillo del Juzgado de lo Penal 2 para responder de un delito de coacciones, por el que el ministerio fiscal le pide un año y medio de prisión.
El ministerio público lo acusa de realizar 562 llamadas telefónicas ocultando el número en cinco días a la que entonces era su compañera sentimental. El acusado, en el caso de que ella contestara a la llamada, colgaba.
Según recoge el escrito de acusación, el objetivo no era otro que controlar a su pareja, además de provocarle intranquilidad y alterar sus hábitos cotidianos. De hecho, la víctima dejó de salir sola a la calle ante la angustia y el miedo que le provocaron las sucesivas llamadas telefónicas.
Según el ministerio fiscal, el acusado y la víctima mantuvieron una relación sentimental durante 15 meses, entre marzo del 2017 y mayo del año siguiente. Las llamadas se incrementaron desde finales de abril del 2018. En concreto, el 19 de abril, según recoge el escrito de acusación, la llamó en 85 ocasiones entre las 09,14 y las 23,54 horas. Al día siguiente, prácticamente en la misma franja horaria, realizó 142 llamadas al móvil de su compañera. El día de mayor volumen fue el 2 de mayo de ese mismo año, cuando se registraron 158 llamadas.
Al día siguiente, la víctima denunció los hechos que ayer fueron enjuiciados.
La fiscalía también instó a que se prohíba al acusado a acercarse a su expareja en un radio de 300 metros y a comunicarse con ella.
