"El exceso de calor puede llegar a tener efectos nocivos en la salud. El caso más extremo es el golpe de calor", destacó Alberto del Álamo, jefe del Servicio del centro de salud Nóvoa Santos.
A la ausencia de precipitaciones en los últimos dos meses en la ciudad se han unido las altas temperaturas. Una situación a la que no son ajenos los facultativos. "El exceso de calor puede llegar a tener efectos nocivos en la salud. El caso más extremo es el golpe de calor", destacó Alberto del Álamo, jefe del Servicio del centro de salud Nóvoa Santos.
¿Qué trastornos puede producir el calor?
Lo más básico sería el agotamiento por deshidratación, tras estar expuesto de forma prolongada a altas temperaturas. Aparecerían también otros síntomas como sed intensa, dolor de cabeza, bajada de la presión arterial, taquicardias o hiperventilación. Si esto se perpetúa, se producirían trastornos a nivel muscular como los calambres. Si se sigue en esta evolución, se pueden llegar a tener alteraciones a nivel de conciencia con visión borrosa o dificultad para mantener la postura. Esto conlleva al desmayo, tras un colapso circulatorio ya que el organismo intenta mantener la presión sanguínea para que el cerebro tenga los aportes de oxígeno necesario para seguir funcionando.
¿Cómo se origina el golpe de calor?
Se produce cuando las temperaturas en el ambiente son tan elevadas que hace que el organismo tenga una temperatura corporal por encima de los 40 grados. Entre los síntomas, a los anteriores se le añaden sudoración, mareo, confusión, taquicardia y la piel se suele notar piel seca y caliente. Puede dar convulsión. En los casos más graves, fallo renal o hepático.
¿Cuáles son los grupos de población más vulnerables?
Los que más en riesgo van a estar de padecer este tipo de alteraciones son los pacientes crónicos y pluripatológicos, que principalmente son los ancianos. Junto con ellos estarían los niños, sobre todo los menores de cuatro años, y las personas que trabajan al sol.
¿Aumentaron las consultas de Atención Primaria por calor?
No especialmente. Desde hace diez años, la Consellería de Sanidade realiza de forma periódica recomendaciones tanto a profesionales como a población general. El hecho de aplicar las mínimas medidas de tipo higiénico y dietético hace que no notemos en las consultas ordinarias los efectos específicos del calor. Otra cuestión son los servicios de urgencia.
¿De qué medidas hablamos?
Desde el punto de vista dietético, es necesario ingerir más líquidos de lo habitual, sobre todo los ancianos y los niños. Es muy importante no esperar a tener sed para beber. Asimismo, también se recomienda no ingerir bebidas alcohólicas o muy azucaradas. A la hora de comer, se recomienda comer más verdura y frutas evitando las comidas copiosas.
¿Cómo influirá en la salud el descenso de las temperaturas?
La probabilidad de sufrir una trastorno producido por el calor se reducirá. Asimismo, al llover mejorará la calidad del aire y esto hará que disminuyan los problemas respiratorios y de tipo alérgico.
