Familias y amigos se acercaron a Montealegre para celebrar el San Martiño, preparados para hacer frente a las inclemencias del tiempo
Montealegre repitió como destino "magosteiro" de los ourensanos pero esta vez, con hoguera particular y lonas listas para resguardarse del frío y de la lluvia.
A lo largo de la colina, diversas humaredas advertían desde el mediodía de la celebración del día de San Martiño. Familias y amigos buscaron los mejores huecos para hacer fuego, colocar las parrillas y cocinar la carne, los chorizos y las castañas. "Nós vimos cada ano a festexar o Magosto neste mesmo lugar, dende fai moito tempo", explica un grupo de más de 30 amigos de la ciudad.
Por su parte, la familia Salgado organiza su celebración en una pequeña finca privada, en el corazón de Montealegre. "Hoxe é un pouco complicado que arda a fogueira porque as ramas están molladas, pero tamén temos empanada e chourizo, comer vaise comer", explican. En un alto entre rocas, otro grupo prepara el fuego para luego asar la carne, mientras conversan y toman algo. Cada año repiten la cita gastronómica, y poco a poco, el grupo aumenta con parejas e hijos.