CRÓNICA

Los aventureros del “misterio"

Gastronomía, coches clásicos, paisajes y, sobre todo, mucha incertidumbre. Ourense acogió ayer el "Miles of Mistery, una ruta "sorpresa" hasta para sus participantes, que cada año viaje a un país de Europa. "Ha sido genial"

Se os meus antepasados viran isto non o crían". Xabier González, fundador de A Lareira da Alén, una sociedad gastronómica creada en su casa familiar de Viduedo (Cea), no daba crédito cuando observaba el jardín de su finca repleto de coches clásicos ayer por la mañana. Un "misterioso" grupo de 90 holandeses disfrutó de las delicias gastronómicas que le prepararon, a modo de tentempié, en esta curiosa vivienda "solarenga" ourensana. 

Los visitantes eran los participantes de una curiosa y enigmática competición, "Miles of mistery" (millas del misterio). Hace 12 años, un grupo de personas de los Países Bajos, que forma Rally's Bcause, empezó a ofrecer a celebridades y gente con capacidad económica de su país la oportunidad de viajar a lo largo del mundo con una condición previa: no conocer el destino ni la ruta hasta que están en el avión. Y todo, por un "módico" precio de 8.250 euros por equipo. 

"Los pilotos circulan pero no sabe a dónde van ni cuál es el destino final, esa es la filosofía. ¡Los organizadores no lo pueden decir ni a sus propias familias!", explica Joljin Van der Plas, miembro de la organización, que tilda de "perfecta" la experiencia de los participantes en sus rutas por la Ribeira Sacra y carreteras secundarias ourensanas. 

El pasado miércoles, los participantes aterrizaban en el norte de España. Previamente, los organizadores habían transportado sus vehículos clásicos desde tierras holandesas. Enviaron a sus casas los pasajes: destino, España. Una vez aterrizaron, empezó la aventura, que los llevó a Asturias y Samos (Lugo)  hasta llegar a tierras ourensanas. El jueves pudieron conocer las delicias de la Ribeira Sacra, hicieron noche en el parador de Santo Estevo, y partieron ayer por la mañana dirección Cea. Antes, pasaron por su Circuito Choqueiro, donde dan rienda suelta a la velocidad. 

"No hemos tenido problemas con las autoridades. Vamos despacio (sonríe), respetando las carreteras", indica uno de los participantes. La lluvia fue el único inconveniente. "¡Llamad ya al sol!", clamaba uno de los participantes, cobijado café en mano en una de las sombrillas que le facilitaron en A Lareira. 

"La gente lo pasa genial, cada año escogemos un país diferente, lo importante es que sean destinos especiales", añade Van der Plas. Y Ourense, sin duda lo fue. "Excelente comida, unos paisajes nunca vistos... Me está encantando. Las carreteras que tenéis son increíbles. Había estado en España, pero nunca aquí, volveré", decía otro de los participantes. 

¿Premio al ganador? "Un trofeo, dinero ya tienen suficiente", señala uno de los organizadores. Entre los participantes, directivos de grandes compañías neerlandesas, y hasta cantantes reconocidos en Países Bajos, como Jeroen Van der Boom. 

¿Por qué este evento? "Les gusta viajar, conocer mundo, los coches. Pagan mucho dinero, quieren estar en sitios especiales, hoteles especiales y paisajes increíbles, aquí lo han conseguido", apunta Van der Plas. 

Lo certifican ellos –y ellas, hay muchas mujeres–. "Encontrado buena comida, buenos hoteles, buena gente y grandes lugares, ¿qué más podemos pedir?", resume uno de los exclusivos participantes. "Galicia es maravillosa, es la primera vez que estoy", recuerda otro.

Entre sonrisa y sonrisa, los visitantes se fueron marchando tras un fugaz paso de  una hora. El día acabó en Baiona, hoy toca Portugal. 


“Pediron que  non houbera carne de reno, xa ves  ti..."


 "Cando me contaron a historia fun moi reacio. É unha sociedade gastronómica, cociñamos para quen nos dá a gana, somos peculiares. A chegada dun tipo de cliente aostumado a outras cousas preocupábanos, temos outra realidade, somos máis de comida tranquilas...", dice el anfitrión, Xabier.

Al final se decidió: "Queremos atender a xente como o que somos, galegos. Queremos poñer en valor o noso, e creo que isto que atoparon hoxe non o atoparán en ningún sitio por onde pasen, esa é a satisfacción...". Filloas, leche frita, unos pasteles caseros y unos bocadillos de jamón  con queso. ¿Alguna petición especial?: "Chegaron a pedir que non servísemos carne de reno, que un non podía comela... Xa ves ti, reno,  aquí?", relata entre risas.

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