ARTE ET ALIA

Luis Pérez Calvo y Eligio Iglesias, en exposición

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photo_camera Pérez Calvo, con la galerista Marisa Marimón en la inauguración.

Desde el cine como nexo de unión vamos al encuentro de las obras de Eligio Iglesias en la sala de MariCarmen de Visol, cuyas pinturas nos muestran, desde los colores del óleo, un viaje a Roma y Venecia.

Las barracas de las ferias, con su sabor a las nubes de algodón y olor al aceite de los churros, y las casetas de tiro, impresionaron al madrileño Luis Pérez Calvo, que las trae convertidas en plásticas ventanas de arte a la Galería Marisa Marimón. Una obra suya con este tema fue seleccionada para la 31ª edición del Premio BMW de pintura, homenaje a los feriantes que se ganan la vida en las fiestas de pueblo. En sus claras paredes despliega su elenco-muestrario de obras recientes del mundo de la cultura popular festiva con conciertos de música, como los de country-rock de Beau Brummels y su ‘Bradley´s Barn’ de 1968, cuando eran un dúo. La obra que dedica a ello explica su modo proceder, apoyándose en la carátula del disco, que incluye en el centro de la composición como un cartel en color aquel relevante disco de la banda de San Francisco. Hay en ella, otros del mundo americano en blanco y negro, como la Krazy Cat, famoso personaje del cómic que hizo George Herriman hasta 1944 desde uno de los diarios de Hearst en New York, el Evening Journal. Delante del cartel hay una masa de máquinas Transformers expectantes. Este sistema lo reproduce en otras, tomando a los chicles Bazooka, Porky Pig y el Pájaro Loco como pretexto. Batman, superhéroe cansado de serlo, trabaja de fontanero, en supermercados o empleado del hogar, toque de humor cercano al gamberrismo infantil que pintarrajea postales antiguas. Todo tiene un aire pop, concepto en el que se siente cómodo el artista que muestra ‘Pipas, chicles y caramelos’, título que se nos antoja una ampliación de la muestra de 2015 en Lavapiés. Mas también hay espacio para la mitomanía desde el cine, caso de Sáhara de Zoltan Korda.

Desde el cine como nexo de unión vamos al encuentro de las obras de Eligio Iglesias en la sala de MariCarmen de Visol, cuyas pinturas nos muestran, desde los colores del óleo, un viaje a Roma y Venecia. Mucho debe el turismo al cine, que halló en el celuloide la clave del desarrollo económico para la reconstrucción de Europa en la postguerra. La piedra angular fue "Vacaciones en Roma" de 1953 con Gregory Peck y Audrey Hepburn, de Wyler, primera obra de Hollywood rodada in situ, en la que el director evitó rodar iglesias, y menos aún el Vaticano, que si incluye Iglesias entre sus obras. Vistas de postal, desde torres, hacia las piazzas de San Marcos o de Bernini, con la masa de turistas visitándolas, y los gigantescos cruceros rompiendo la escala humana y arquitectónica a la entrada del gran canal. Estos son los lodos del ‘boom’, amenaza real a las ciudades pintadas por Iglesias en esta exposición, y a otras como Barcelona, Granada o Toledo. Con una técnica impresionista, busca el detalle con volumétricos empastes, resolviendo en sugestivos planos y un punto de vista en contrapicado. Una exposición que sorprenderá.

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