La acusación del PP de que se abasteció agua podrida durante gran parte del mes de enero, aunque señalando que era potable por su hipertratamiento químico, pero de calidad baja en origen, encendió la mecha de la disputa en el pleno del Concello de Ouren se entre socialistas y populares, que habían presentado la moción con ánimo constructivo, para que no vuelva a suceder.
Las aguas revolvieron el debate del pleno en el Concello de Ourense. La situación del abastecimiento en la ciudad, sobre todo durante más de dos semanas de enero, en las que el líquido elemento dejó de ser inoloro e insaboro, resucitó ayer en el salón de plenos del Consistorio ourensano.
La popular Marta Rodríguez Vispo defendió y presentó una moción que calificó de constructiva, pese a la presión ciudadana que recibimos y cuyo objeto era pedir responsabilidades a la empresa concesionaria (Aquagest) por haber captado de Cachamuíña y no del Miño, conllevando así a usar en origen un agua que calificó de podrida, porque estaba estancada en el embalse, y tuvo que ser hipertratada para que fuese potable. De hecho, reiteró que en ningún momento el agua dejó de ser apta para el consumo, si bien matizó que era de menor calidad a la que estamos acostumbrados. Es más, advirtió que los niños, los mejores jueces, no querían beberla, cifrando en 15.000 euros diarios el coste que supuso para las familias ourensanas la compra de agua embotellada.
No obstante, las acusaciones del PP de que la falta de bombeo del Miño fue por razones económicas, para ahorrar, no sentó bien en el seno del PSOE, que rechazó con contundencia la moción. El edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, explicó que se captó agua de Cachamuíña (del Loña) para no sobrepasar el caudal de captación permitido en el Miño (210 litros por segundo): Mezclamos a auga dos ríos tal e como dicta a Confederación Hidrográfica, dijo, e Aquagest fixo 25 análises exhaustivos da situación da auga para dar co problema do cheiro, que achacó a los arrastres del Lonia producidos por las primeras lluvias tras seis meses de persistente sequía.
En cuanto a la supuesta podredumbre del agua, Demetrio Espinosa lo negó categóricamente, exhortando a las filas populares a que le relatasen el número de casos detectados en los centros de salud por este motivo, reiterando que non estou orgulloso do cheiro que tivo a auga, pero en ningún momento puxemos en risco a saúde da cidadanía, concluyó.
La popular Marta Rodríguez Vispo defendió y presentó una moción que calificó de constructiva, pese a la presión ciudadana que recibimos y cuyo objeto era pedir responsabilidades a la empresa concesionaria (Aquagest) por haber captado de Cachamuíña y no del Miño, conllevando así a usar en origen un agua que calificó de podrida, porque estaba estancada en el embalse, y tuvo que ser hipertratada para que fuese potable. De hecho, reiteró que en ningún momento el agua dejó de ser apta para el consumo, si bien matizó que era de menor calidad a la que estamos acostumbrados. Es más, advirtió que los niños, los mejores jueces, no querían beberla, cifrando en 15.000 euros diarios el coste que supuso para las familias ourensanas la compra de agua embotellada.
No obstante, las acusaciones del PP de que la falta de bombeo del Miño fue por razones económicas, para ahorrar, no sentó bien en el seno del PSOE, que rechazó con contundencia la moción. El edil de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, explicó que se captó agua de Cachamuíña (del Loña) para no sobrepasar el caudal de captación permitido en el Miño (210 litros por segundo): Mezclamos a auga dos ríos tal e como dicta a Confederación Hidrográfica, dijo, e Aquagest fixo 25 análises exhaustivos da situación da auga para dar co problema do cheiro, que achacó a los arrastres del Lonia producidos por las primeras lluvias tras seis meses de persistente sequía.
En cuanto a la supuesta podredumbre del agua, Demetrio Espinosa lo negó categóricamente, exhortando a las filas populares a que le relatasen el número de casos detectados en los centros de salud por este motivo, reiterando que non estou orgulloso do cheiro que tivo a auga, pero en ningún momento puxemos en risco a saúde da cidadanía, concluyó.