Los dueños de perros dicen que está abandonado y se llena de basura los fines de semana

El mal uso daña el único parque canino de Ourense

Improvisado cierre bajo el arco del Puente Romano en el parque canino. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La ciudad de Ourense cuenta con el primer parque canino de Galicia, situado en la Avenida Ribeira Sacra, entre los jardines del Colegio Salesianos y el Puente Romano, y que surgió para solventar el conflicto que existía entre los dueños de perros y los usuarios de parques urbanos. Según la ley vigente, los perros han de ser paseados con correa y acompañados de sus dueños, lo que limita sus movimientos y su proceso de socialización.
Ante las constantes peticiones de los vecinos, la Concejalía de Medio Ambiente decidió llevar a cabo este proyecto, que resultó un éxito para los amantes de los animales y un problema para los vecinos. Según la concejala de Medio Ambiente, Marta Arribas, éstos se quejan de la actitud de los amos, al no recoger siempre las heces de sus mascotas.

Esta zona verde cuenta con una situación privilegiada. 'Los turistas acuden a diario a ver el Puente Romano y se quedan mirando cómo juegan los perros', declaran los dueños que acuden al parque.


INCONVENIENTES DEL PARQUE

La presencia de más gente supone una mayor acumulación de basura que los viandantes arrojan desde el puente y que se acumula en las orillas del parque, a pesar de que los servicios de limpieza tienen especial cuidado con esta área. 'Hemos llegado a encontrar restos de botellón e incluso un saco de dormir', declaran los usuarios. Además, todos los instrumentos destinados al disfrute de los perros están destrozados por actividades vandálicas a las que nadie pone remedio. 'Por desgracia todos las zonas públicas están amenazadas por actividades vandálicas, pero en cuanto se haga una revisión del parque se repondrán todos los materiales estropeados', asegura Marta Arribas. Apenas queda nada de los iniciales trampolines, túneles o zonas de salto, una situación nefasta si se tienen en cuenta los 33.700 euros invertidos en el proyecto inicial. Proyecto que tiene fallos estratégicos, como el no incluir bancos para los dueños que acompañan a sus mascotas o como la falta de drenaje que hace imposible asistir al recinto durante las épocas de lluvias.

Por otra parte, lo fundamental de todo parque canino es la existencia de un recinto perimetral que evite que los animales accedan a la vía urbana, sobre todo si existen carreteras de tráfico intenso con el consiguiente peligro de ocasionar accidentes. El parque canino ourensano está abierto por la zona del Puente Romano, lugar por el que los perros tienen acceso a la Avenida Ribeira Sacra. Esto ocurre por las limitaciones impuestas por Patrimonio y que los autores del proyecto no han sabido superar a través de soluciones creativas.

A pesar de todos estos inconvenientes, decenas de perros acuden a diario al parque, donde pueden correr libres de sus correas, jugar y descansar tranquilos bajo la sombra de los abundantes árboles. A ellos no les molesta la basura ni entienden que sus herramientas de entrenamiento están rotas. Después de todo, solo son perros.

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