La maleza se apodera del Vivero de Empresas

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photo_camera Estado actual del Vivero de Empresas de la Cámara de Comercio, en el Parque Tecnológico.
Perteneció a la Cámara y está abandonado en el Parque Tecnológico

A comienzos de mayo del 2019 las dos últimas trabajadoras de la Cámara de Comercio entregaban las llaves de la sede de la Avenida de la Habana a la Consellería de Industria, entidad tutelante. Los más de 900 metros cuadrados de oficinas, despachos, aulas y salón de actos fueron subastados. Hoy no queda ni el lamento por la pérdida e Industria sigue con las llaves en el llavero sin que se sepa si dará algún paso. Fuentes del departamento que preside Francisco Conde no concretaron si se va a tomar alguna decisión. 

Dependiendo de la Cámara estaba el Vivero de Empresas Fernando Fontán, inaugurado en el 2004 en el Parque Teconológico. Hoy está invadido por la maleza, abandonado, sin previsión de uso después de que se gastasen en esta dotación casi medio millón de euros, procedentes de la Unión Europea, el Inorde y Caixanova. La maleza se ha apoderado del exterior, las losetas de pizarra del edificio y su entorno se caen por falta de mantenimiento. La única protección es un candado y una cadena.

La Diputación tuvo hace unos meses la idea de retomar la actividad del Vivero dentro de un plan más amplio que pasaba por repensar el modelo de funcionamiento del Parque Tecnológico, que depende de la Consellería de Industria. El plan sigue dormido y las respuestas sin dar. La Xunta no ha contestado a la petición hecha por la institución que preside Manuel Baltar y que este trasladó al presidente Feijoo en una entrevista que mantuvo con él en diciembre del 2020. Pero tampoco la Consellería de Industria ha nombrado todavía a un gerente del Parque Tecnológico, en sustitución de Ricardo Capilla, cesado el 5 de abril.

Ocupación plena

El antiguo Vivero de Empresas cameral fue una herramienta útil para el emprendimiento y la germinación de proyectos empresariales. En febrero del año 2012 alcanzaba el cien por cien de ocupación en todos sus nidos —un total de 16— y estaban a pleno rendimiento, pero su declive coincidió con el de la entidad que lo promovió, la Cámara de Comercio. 

La propia Diputación ya había intentado evitar la crisis de la entidad con la aportación de 100.000 euros en marzo del 2017 para recuperar el Vivero de Empresas, pero ese dinero apenas retrasó unos meses la muerte de la entidad, cuyo equipo de gobierno dimitió a finales de ese mismo año, dando lugar a una lenta agonía que se mantuvo hasta mayo del 2019 con el cierre definitivo de la sede.

La sede central de la entidad tuvo que ser subastada y parte del dinero conseguido por la enajenación se utilizó para indemnizar a alguno de los trabajadores que habían sido despedidos y que reclamaron judicialmente las nóminas adeudadas.

UNOS PROBLEMAS QUE ARRANCAN EN EL 2010

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