Miles de personas se manifestaron en toda Galicia en defensa de la sanidad pública, también en la ciudad de Ourense y en O Barco, donde los médicos lideraron la protesta tras la segunda jornada de paro en hospitales y centros de salud de la red sanitaria pública.
Según los sindicatos médicos convocantes Cesm-Omega y facultativos de Ourense consultados, la movilización imitó la del lunes, aunque con una particularidad, apenas hubo enfermos esperando consultas o pidiendo cita, alertados ya de que había huelga otra vez y avisados en muchos casos por el propio Sergas, que postergó las citas con el especialista o el médico de Primaria. En el Complexo Hospitalario de Ourense, el centro de referencia de la provincia, volvieron a quedar parados 12 de los 16 quirófanos y se paralizaron prácticamente todas las especialidades, salvo las relacionadas con oncología.
Desde el Colegio Oficial, que no se pronunció al respecto porque así lo mandan sus estatutos, sí se señaló que fue notable la incidencia de la huelga entre el colectivo médico, lo que debe mover a la reflexión a las autoridades sanitarias.
La mayor manifestación de Ourense se produjo en la ciudad, a partir de las ocho de la tarde, con la presencia de numeroso personal sanitario, ataviado en muchos casos con batas blancas, junto a sindicalistas y políticos de la oposición, entre ellos el alcalde de la ciudad, el socialista Agustín Fernández, o el exsecretario xeral, Pachi Vázquez. Los manifestantes, unos 1.500 según los organizadores, recorrieron las calles del centro con críticas y rechazo a la posible privatización de los servicios y a los recortes impuestos por el gobierno de Feijóo.
La Xunta cifró el seguimiento en los dos días en el 23,24 por ciento del total del personal convocado, pero los sindicatos han elevado este porcentaje al 83 por ciento.
Desde el Colegio Oficial, que no se pronunció al respecto porque así lo mandan sus estatutos, sí se señaló que fue notable la incidencia de la huelga entre el colectivo médico, lo que debe mover a la reflexión a las autoridades sanitarias.
La mayor manifestación de Ourense se produjo en la ciudad, a partir de las ocho de la tarde, con la presencia de numeroso personal sanitario, ataviado en muchos casos con batas blancas, junto a sindicalistas y políticos de la oposición, entre ellos el alcalde de la ciudad, el socialista Agustín Fernández, o el exsecretario xeral, Pachi Vázquez. Los manifestantes, unos 1.500 según los organizadores, recorrieron las calles del centro con críticas y rechazo a la posible privatización de los servicios y a los recortes impuestos por el gobierno de Feijóo.
La Xunta cifró el seguimiento en los dos días en el 23,24 por ciento del total del personal convocado, pero los sindicatos han elevado este porcentaje al 83 por ciento.
