Artista plástico

Manuel Facal Ponte: ‘El arte ha dejado de ser pobre’

El artista Manuel Facal Ponte. (Foto: Xesús Fariñas)
El artista Manuel Facal, integrante del movimiento artístico ‘Atlántica’ en los años 80, exhibe hasta el 15 de febrero una muestra recopilatoria de su obra en la sala de exposiciones Caixanova.
De personalidad inquieta y espíritu investigador, Manuel Facal Ponte (Carballo, 1943), considerado uno de los artistas plásticos gallegos con más proyección internacional, visita por primera vez la ciudad para exponer una muestra que agrupa 62 de sus obras. Integrante del movimiento artístico de los años 80 ‘Atlántica’, sus creaciones están representadas en museos de Galicia, Sudamérica, Estados Unidos, Noruega, Suecia y Portugal.

A pesar de su larga trayectoria, visita Ourense por primera vez ¿cómo se siente?

Nunca había tenido la oportunidad de compartir mi arte con los ourensanos y eso es motivante. El contacto más cercano que tuve con esta ciudad fue cuando participé en una de las primeras bienales de grabado. Siempre he estado en contacto con la gente que lleva los temas artísticos en la ciudad, y aprovechando que mi exposición estaba en Vigo, me invitaron a traerla a Ourense.

¿De qué se compone?

La muestra incluye esculturas, instalaciones y grabados. A pesar de que no es una retrospectiva, este exposición recopila una serie de serigrafías de principios de mi carrera, época en la que participé en el movimiento artístico ‘Atlántica’, con el objetivo de introducir una conciencia postmoderna en Galicia. Muchas de las obras que hoy expongo están basadas en la temática moderna que tratábamos de expresar con este movimiento. Aunque mis esculturas actuales son distintas, he tratado de mantener la ideología de aquella época. Lo que he hecho con esta muestra es volver atrás para recuperar conceptos.

Ha llenado la sala de Caixanova con figuras móviles que parecen volar en el recinto, ¿cuál es el objetivo?

A pesar de que mis creaciones tienen relación con las corrientes abstractas, en estas esculturas móviles quise jugar con la estética de la forma humana, pero con la peculiaridad de que son cuerpos sin cabeza, que se dirigen a algún lugar... a cualquier lugar.

¿Cómo se siente después de 40 años de carrera?

Me siento muy satisfecho. Lo más satisfactorio es poder juntar piezas que hice hace 40 años con obras actuales, lo curioso es que al compararlas no se nota el lapso de tiempo. Desde que inicié mi trayectoria he tratado de ofrecer al público un mensaje de identidad gallega, que incluye el amor a la naturaleza y al mar.

Ha recorrido países de los cinco continentes ¿cómo ha mantenido su identidad gallega entre tanta diversidad?

Es algo innato que no puedes ocultar. La gente dice que mis esculturas tienen cierta relación con el mar, y es en esta característica donde creo que se refleja mi identidad gallega, pues yo cre cí cerca del mar. De hecho actualmente vivo cerca de él y no me quiero separar.

¿Qué materiales utiliza en sus obras?

Siempre me ha gustado trabajar con materiales pobres, es decir telas, cartón, hilos y tejidos ligeros y fáciles de conseguir. En esta obra utilizo mucho los cordeles blancos, y los trapos para hacer el relleno de las figuras.

¿Qué situación vive el arte gallego?

Un buen momento. Antes los artistas no tenían ninguna posibilidad económica para viajar, y ahora pueden moverse por distintas partes de España y el mundo, para dar a conocer su obra. El arte ha dejado de ser pobre, gracias al apoyo del público, de las instituciones y de los medios.

¿Qué proyectos tiene en la actualidad?

Estoy haciendo un libro recopilatorio con textos e imágenes de toda mi obra, a cargo de la editorial Dardo, de Santiago.

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