La tecnóloga de alimentos Marisol López ofrece apoyo a los responsables de comedores formándoles para que a la hora de planificar los menús tengan en cuenta los grupos de alimentos que deben estar presentes.
¿Qué problemas se suelen detectar en los comedores desde el punto de vista nutricional?
Los errores más frecuentes son los aportes insuficientes de verduras y hortalizas así como un alto contenido en grasas y proteínas. Por eso, buscamos que la frecuencia de consumo de frutas aumente y baje la ingesta de postres industrializados para así tener menos azúcares y grasas. Asimismo, hacemos especial hincapié en colocar en los menús preparaciones típicas de aquí, que incluyan alimentos cercanos y siempre de temporada. El objetivo es alcanzar una alimentación sostenible y sin olvidarse de incentivar los productos locales.
Entonces, ¿cuál sería el menú ideal para un niño que va al comedor?
La comida representa el 40% de toda la energía del día por lo que debe incluir el plato de cuchara, hortalizas y verduras mezcladas de una forma imaginativa con otro tipo de alimentos y fruta. Esta última ha de ser natural; es decir, ni triturada, ni batida ni en zumos. Asimismo, es importante que los menús contengan una ración de verduras combinada con otros platos como, por ejemplo, las pastas para ir incorporándolas en la dieta. También es necesario incluir las legumbres, que se deberían ingerir al menos dos veces a la semana.
Y el pescado, ¿fresco o congelado?
El congelado nos va a ofrecer las mismas características nutricionales pero no cabe duda de que el pescado fresco y cercano tiene más aspectos positivos. También se está incluyendo en los menús y debería servirse entre dos y tres veces por semana. Buscamos también cambiar ese tipo de preparaciones muy clásicas. Un ejemplo claro es el salpicón, una forma diferente de comer pescado.
¿Hay que obligar a los niños a terminar la ración servida?
Son unos comportamientos que obedecen a conceptos muy antiguos. No se puede asociar esas prácticas de castigo a la hora de comer. Lo importante es que el niño tenga una buena disposición para la comida, sobre todo para aquellas que son nuevas para él y, por supuesto, que no vaya asociado a una experiencia negativa. Lógicamente una de las funciones del comedor es que el niño vaya comido por lo que algunos centros buscan alternativas o segundas opciones para cuando un plato es muy rechazado. Por eso, es necesario empezar por platos más sencillos .
¿Mejor comer en casa o en el comedor?
La organización y preparación de la comida requiere de tiempo por parte de las familias, que no siempre disponen del suficiente por lo que en este caso los comedores ofrecen esa oportunidad de una comida bien elaborada y estructura y con el tiempo necesario para la ingesta. En este sentido, los comedores son un recurso igual de válido, por lo que los nutricionistas debemos darles nuestro apoyo en aspectos de higiene, aporte nutricional, entre otros, para que realicen mejor su función. N
