Marisol Pérez es la secretaria de Centro gallego en Barcelona y de la Federación de entidades gallegas en Cataluña. Como a tantos gallegos, el atentado la pilló fuera de Cataluña, no así a su hijo. "Trabaja en el grupo Planeta, en la Diagonal, y lo primero que hice fue avisarle para que no bajase a las Ramblas.
Marisol lleva 26 años en Barcelona, ya se siente una barcelonesa más. "La de veces que habré paseado por las Ramblas, desde el balcón del Centro gallego siempre digo que ves pasar el mundo a tus pies, hay veces que es como una marabunta. Es una desgracia muy grande lo que ha pasado".
Cuando pasó lo de Niza, lo de Inglaterra después, ¿alguna vez se le pasó por la cabeza que podría ocurrir también en Barcelona? "Se me pasó, una vez se lo dije a mi marido, ¿te imaginas que pasase aquí?, las Ramblas siempre están a tope día y noche, con gente de todas las nacionalidades. Es verdad que hay mucha vigilancia policial, también día y noche, pero... Es más, al lado del Centro gallego hay una comisaría de Policía. Pero todos sabemos que evitar estos ataques es algo prácticamente imposible", finaliza.
