La detección precoz es fundamental porque, de los 39.000 afectados, un tercio no lo saben
La diabetes afecta sin distinción de edad o sexo, pero es cada día más frecuente por la extensión del sedentarismo y el sobrepeso. En esta edición del Día Mundial de la Diabetes, conmemorado ayer, se puso el acento en la importancia del apoyo familiar y social a los afectados, núcleo de apoyo básico que contribuye a su mejor control.
Según los datos de la Estrutura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) de Ourense, en la provincia podrían padecer diabetes más de 39.000 personas, el 14% de la población mayor de 15 años. La prevalencia aumenta con la edad, hasta llegar al 30% en los mayores de 70, que en Ourense son casi 23.000 personas. Pese al aumento del control y seguimiento, además de una mayor coordinación entre Atención Primaria y hospital, hay aún 13.000 ourensanos sin diagnosticar.
Concepción Bande, enfermera especializada en diabetes, y responsable de la escuela de pacientes del Servicio de Endocrinología, destacaba ayer la importancia del "diagnóstico precoz y la prevención" –especialmente en diabetes tipo II, la forma más frecuente de esta enfermedad, que se puede dar a partir de los 40–. Además, recuerda la necesidad de "llevar una vida sana, con una alimentación sana y equilibrada, siguiendo una dieta mediterránea y practicando actividad física regular".
Endocrinología del CHUO, de referencia provincial, diagnostica alrededor de 150 nuevos casos anuales de tipo I y 2.000 de tipo II, a los que habría que añadir a los pacientes diagnosticados directamente desde Primaria y Pediatría.
Celebración
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, Endocrinoloxía, en colaboración con la asociación Anedia y la Fundación Diabete Cero, instaló una mesa informativa en la entrada del edificio Santa María Nai. Pasaron 200 personas y muchas realizaron una prueba de glucemia capilar, mediante un pequeño pinchazo en el dedo. Cinco dieron un resultado que tendrá que ser ampliado.
Por su parte, la Asociación Diabética Auria instaló una carpa en la rúa do Paseo, en la que participaron voluntarios de Cruz Roja, y en la que también se realizaron mediciones de glucosa. Posteriormente, realizaron una marcha hasta el Parque del Ribeiriño -junto al Puente Romano iluminado de azul-, donde hicieron una suelta de globos.