Las termas de Outariz registraron colas de más de 30 personas cada hora el domingo de Ramos. Sin embargo, la mayoría de los visitantes eran locales, pocos fueron los que viajaron específicamente a darse un baño termal.
Durante cada hora, los bañistas combinaron el agua con el exterior. Comentaron que las altas temperaturas hacían complicado aguantar mucho tiempo dentro de las termas.
Por otra parte, en el centro de la ciudad, el buen tiempo y la procesión de la Borriquita desplazó la muchedumbre a plazas y calles, donde la hora del vermú fue multitudinaria. Además, las pulpeiras repartidas a lo largo de la ciudad también sumaron colas tras ellas. “Aunque Semana Santa no es la época más fuerte, esperamos que estos días si vaya a haber más afluencia”, explicaba Mary desde su puesto de Pena Trevinca.
