El empleo público está siendo el colchón pandémico de la economía ourensana y está permitiendo amortiguar la caída acumulada en algunas ramas de actividad del sector privado. Según la actualización del Boletín estadístico del personal al servicio de las administraciones públicas, en la provincia de Ourense ya hay 19.270 trabajadores desempeñando su labor para el Estado, la Xunta o las entidades locales (concellos y Diputación). Esta de 2021 es la mayor cifra desde el 2011, cuando había más de 20.000 empleados públicos y se inició una época de fuertes recortes y tendencia a la baja que mantuvo a la provincia en torno a los 18.500 trabajadores.
La pandemia y las fuertes restricciones a las actividades privadas ha encontrado su contrapunto en la Administración Pública, que no solo no destruyó empleo, sino que lo multiplicó, especialmente en la Administración autonómica, donde se concentra el grueso de trabajadores del perfil más demandado a raíz del covid: trabajadores sanitarios y sociosanitarios. Y es que la Xunta tiene más trabajadores que nunca en Ourense.
De los 19.270 trabajadores públicos de Ourense actualmente, casi uno de cada cinco de todos los afiliados a la Seguridad Social, 2.579 están desempeñando su labor para el Estado; 11.875 para la Xunta, y 4.816 para las entidades locales. Esta cifra arroja un saldo de 579 empleados públicos más que antes del inicio de la pandemia, ya que en enero de 2020 este mismo boletín elaborado por el Gobierno cifraba en 18.691 los empleados públicos ourensanos. A mediados del año pasado, en julio, la subida ya se empezaba a notar, con un incremento hasta los 18.871 trabajadores públicos, pero el verdadero estirón se dio a partir del verano.
Por administraciones, la evolución es distinta. Comparando las cifras de empleados públicos en el primer semestre de 2019, 2020 y 2021, en el Estado apenas ha habido variación: 2.583, 2.583 y 2.579. En el caso de la Xunta, se dispara el personal: 10.859, 11.486 y ahora 11.875. Por último, en concellos y diputaciones la evolución en los últimos tres años ha sido de 4.585, 4.622 y ahora 4.816, lo que muestra la recuperación en la contratación al eliminarse las restricciones financieras y el techo de gasto.
Mientras los empleados del Estado han bajado de forma drástica desde los 2.900 que tenían antes de la crisis de 2008 y las entidades locales tampoco son ni la sombra de lo que fueron, con todavía 1.500 menos que entonces, la Xunta mantiene el pulso, sigue creando empleo y con 11.875 trabajadores marca su récord de empleo en la provincia.
