Tribunales

La "actitud chulesca" en Comisaría le vale tres meses de cárcel

El inculpado se negó a realizar un desnudo integral, tal y como establece el protocolo antes de pasar a la celda

Billy B.R. no aceptó de buen grado que le hubieran detenido por desobediencia el 27 de marzo del pasado, en pleno confinamiento ante el primer estado de alarma. Estaba fumando unos porros en la calle con un amigo cuando la deambulación sin causa justificada no estaba permitida. El inculpado se dio a la fuga tras escuchar “¡alto!, policía” en la rúa do Ensino.  Tanto él como su “colega” fueron interceptados en la calle Jesús Soria y detenidos pero mientras uno colaboró el otro, según la Policía Nacional, ya exhibió chulería. Además, en el cacheo superficial, a Billy le fue ocupada una bolsa con cinco florescencias, semillas y tabaco mezclado con marihuana. Hasta ahí, todo hubiera quedado en una anécdota pero en los calabozos sucedieron nuevos incidentes.

La Policía Nacional, antes de ingresar en la celda, no quiso colaborar en un desnudo integral, tal como establece el protocolo para comprobar que no portaba ningún objeto con el que autolesionarse y que no llevaba droga consigo. Se negó a quitarse el pantalón corto que llevaba debajo de otro pantalón largo. Y, en un “tono chulesco, hostil y despectivo”, tal como dice la jueza del Penal 1 que le acaba de condenar por desobediencia grave, les dijo a los agentes: “¿Qué pasa?, ¿me queréis ver la polla o chupármela?”. También, tal como considera probado la sentencia, braceó y lanzó una patada que alcanzó a un policía en el costado.

Para la juzgadora, quedó acreditado que “el encausado, a pesar de conocer que estaba en presencia de agentes de la autoridad que iban debidamente uniformados y que acudieron al lugar en coche y moto oficial, mostró hacia ellos una actitud chulesca, vacilante y desafiante, no atendió sus indicaciones, se negó a identificar, a un cacheo integral en las dependencias policiales a pesar de haber sido halladas sustancias estupefacientes en un cacheo superficial anterior, braceó y lanzó una patada a uno de los agentes”.

La droga atenúa a la pena

La sentencia le impone tres meses de cárcel porque se tiene en cuenta la atenuante de drogadicción que invocó la defensa durante el juicio. “Billy tenía afectadas sus capacidades con la ingesta de marihuana”, pero no estaban completamente anuladas. Era consciente que estaba en presencia de agentes de la autoridad, que estaban de patrulla debidamente uniformados, huyendo en cuanto les vio llegar, por lo que no puede apreciarse una eximente completa ni incompleta de drogadicción pero sí una atenuante”.

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