‘No podemos prever como se comportará, pero todo indica que será leve’, según la jefa de Medicina Interna del hospital

Los médicos aguardan sin tremendismo la gripe A

El Complexo Hospitalario de Ourense define su plan para responder a la pandemia.
¿Miedo a la gripe A? Los médicos lo repiten: la gripe A no deja de ser una gripe. Ciertamente acecida en la era global, en forma de pandemia, y en un mundo en el que hay 800 millones de viajeros anuales, capaces de llevar un virus de un continente a otro en pocas horas. Por otra parte, el comportamiento del virus H1N1 desde los primeros brotes en México, allá por marzo, se ha modulado notablemente.
De hecho, países como Nueva Zelanda, con un sistema sanitario parecido al español, y que han pasado ya por la ola de otoño-invernal, han registrado apenas 17 muertes en una población de cuatro millones de personas. Es decir, 0,4 muertes por cada 100.000 habitantes, una mortandad más baja que la que causa la gripe estacional. Argentina, con 40 millones de habitantes, contaba hasta el 2 de septiembre 465 fallecimientos, una tasa de mortandad del 1,1.

En todo caso, su capacidad de contagio es mayor a la de la gripe común, en especial en gente joven y sana, lo que algunos estudiosos atribuyen a la que gente mayor estuvo expuesta en los años 50 a un virus parecido, y ahora resiste su ataque. Berta Uriel Latorre, jefa de servicio de medicina interna del CHOU, indica que ‘algunas previsiones hablan de un 30% de ciudadanos contagiados’. El problema es la imposibilidad de responder, ahora, a ciertas preguntas.

‘No podemos prever cómo evolucionará, aunque todo apunta a que será leve’, indica Urial. ‘No sabemos cómo se comportará en el tiempo, ni cuándo afectará la onda epidémica a Galicia’, señala Rosendo Bugarín, médico preventivista de la Consellería de Sanidade. Si la ola llega en noviembre, ‘la vacuna puede no estar lista, pero sí llega en el mes de febrero, como es previsible, lo estará’, asegura Jorge Suances, especialista en epidemiología. En cualquier caso, Nueva Zelanda, Australia y otros países del hemisferio sur, han resistido el embate del virus sin disponer de la vacuna.

La estructura elemental del H1N1 se proyecta a través del aire, en aerosoles de 10 micras de diámetro, y se contagia de persona a persona. Fuera del cuerpo, el virus sobrevive minutos; una vez que ataca las células, el período de infectividad es de 24-72 horas.

Una vez aparecen los síntomas, puede o no haber complicaciones. Si las hay, la más común es la más bronquitis; la más temida, la neumonía vírica. Complicaciones aparte, existen los llamados factores de riesgo: asma, obesidad mórbida, enfermedad cardíaca, embarazo... ‘Pero estos factores hay que situarlos en su justo término. Pongamos que en personas sin factores de riesgo, la posibilidad de que advenga la muerte es de 0,1 personas por cada 100.000. En personas con riesgo de asma puede ser 1 por cada 100.000. El riesgo relativo es diez veces mayor, pero el riesgo absoluto sigue siendo muy bajo’, subraya el doctor Bugarín.

Actitudes impredecibles

En un escenario en el que se infecten el 30% de los ciudadanos, ‘un porcentaje considerable no percibirá ni los síntomas’, señala Berta Uriel. Algunos cifran en el 75% los que sí los experimentarán. De ellos, aproximadamente tres cuartos acudirán al médico de su centro de salud, que en el 98% de los casos les prescribirá tratamiento, y los enviará a casa. Apenas el 2% de aquellos tres cuartos, será remitido a un hospital. Una vez en el hospital, en el 99,98% de casos, se recobrará la salud.

Ahora bien, es imposible predecir cómo va a comportarse la población. ‘En una gripe normal, buena parte de los ciudadanos ni siquiera acuden al médico. Con la gripe A, ignoramos cómo actuarán’, asegura Berta Uriel. Las próximas semanas serán definitivas para transmitir ‘un mensaje sereno’ y evitar que se acuda a los centros de salud y hospitales ‘innecesariamente’.

El CHOU arma su plan pero no prevé un colapso en urgencias

El Complexo Hospitalario de Ourense trabaja desde hace meses en la organización del plan con el que esperan dar respuesta a un previsible aumento de demanda de servicios sanitarios. Pero sin prever colapsos.

El escenario realista, cuando llegue la ola de la gripe A en los meses de invierno, no es el del colapso del sistema sanitario. ‘No esperamos eso’, afirma la jefa de servicio de medicina interna del CHOU, quien añade que el hospital ourensano ‘está preparado para hacer frente a la contingencia’. Pero ante todo ‘conviene tranquilizar a la gente. Nuestro sistema es un buen sistema, y nosotros, los profesionales, estamos preparándonos desde hace meses. No nos va a coger desprevenidos la gripe A’.

El protocolo de actuación pasa por ‘situarnos en el peor escenario’, señala, ‘y a partir de ahí se trata de garantizar que damos respuesta a un aumento de la demanda de servicios por encima de lo habitual, con los recursos que tenemos, y si es necesario, ampliados’.

La demanda de urgencias con picos muy altos requiere una organización y un escalonamiento de recursos y personal. En ese sentido, por una parte están pre cediendo al abastecimiento en determinados productos que serán los más consumidos. Por otra parte, hay que generar disponibilidad del personal, caso de haber más bajas laborales de las prevista. ‘En el CHOU estamos ya en negociaciones con los sindicatos para, de ser necesario, movilizar a personal jubilado, o que por motivos de edad esté exento de guardias, o haya previsto solicitar vacaciones’.

También en el capítulo de régimen interior, se ofrecerán garantías de que se adoptan las medidas precisas para evitar la transmisión de la enfermedad dentro del centro. Al tiempo, se optimiza continuamente el conocimiento de la enfermedad y su tratamiento.

‘La puesta a punto del centro exige concertar muchos elementos diferentes’, indica Berta Uriel. De hecho, también está previsto suspender servicios, incluidas operaciones quirúrgicas, si es estrictamente necesario, y siempre y cuando las operaciones no resulten urgentes. Uriel reitera que ‘sólo se suspenderán patologías aplazables desde el punto de vista médico’.

El Concello vela para disponer de personal

Una comisión local en la que estarán presentes responsables de las concejalías de Sanidade, Seguridade y Persoal del Concello de Ourense, fijará en próximas fechas una hoja de ruta desde la que responder a eventuales bajas por contagio del virus H1N1, y que puedan repercutir en funcionarios responsables del mantenimiento del orden y la seguridad social. El objetivo es estar en disposición de disponer de una tasa de reposición de efectivos. Al mismo tiempo, la comisión definirá un protocolo que prevenga los contagios internos y garantice la atención al público.

Modos de combatir la enfermedad

Una vez diagnosticada la gripe, se establecen por una parte medidas generales o sintomáticas, que serán las más comunes, y que pasan por una adecuada hidratación, alimentación y reposo, y la toma de antitérminos y antitusivos. El tratamiento específico incluye la toma de antivirales, que acortan la duración de la enfermedad, y que se prescriben cuando comparecen signos de gravedad.

A nivel preventivo, la vacuna permitirá una lograr una efectividad del 60-90%.



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