Seis médicos presentaron denuncias tras sufrir una agresión en Ourense en el 2010

José Manuel Bendaña. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
'Pedimos que nos deixen traballar aos médicos sen que nos agredan'.
Un reclamo, que más allá de la mera anécdota, constata, cada vez más, una realidad que padecen de forma cotidiana los facultativos sanitarios que ejercen en Ourense. Con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, que se conmemoró ayer por vez primera, la Organización Médica Colegial dio a conocer un manifiesto para luchar contra las agresiones a los profesionales sanitarios. Un documento, al que se adhirió el Colexio de Médicos de Ourense al entender que se trata de una 'triste lacra social porque os médicos que procuran o benestar dos pacientes non poden ser agredidos'.

'O ano pasado seis médicos denunciaron na provincia ter sufrido unha agresión física ou verbal', señala José Manuel Bendaña, secretario del colexio ourensano y miembro del Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos. La mayoría, cinco de ellas, se produjeron en Atención Primaria mientras que el caso restante se dio en el ámbito de las urgencias hospitalarias o extrahospitalarias. 'Non é unha cifra real, trátase só da punta dun iceberg porque moitos profesionais non denuncian por coacción ou por non verse metidos nun proceso xudicial', apuntó. Con respecto a los facultativos agredidos, no hay distinción entre sexos y sus edades están comprendidas entre los 26 y los 55 años. Los agresores, en cambio, no siempre son los pacientes. 'Ocorre que moitas veces, os familiares perden os estribos ante situacións nas que o profesional non pode dar a resposta que pretenden, entón, en vez de poñer unha reclamación, encáranse ó facultativo', señala Bendaña. El motivo principal de estos actos es la discrepancia en la atención prestada. En ocasiones, además, las agresiones que sufren los facultativos 'fan que o profesional quede tocado e precise atención psicolóxica para reincorporarse con normalidade ó traballo', añade Bendaña.

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