Menos accidentes por la restricción de la movilidad en Ourense pero más fallecidos

La restricciones a la movilidad que trajo consigo la pandemia desde el pasado mes de marzo ha repercutido en la reducción de siniestros viarios en Ourense aunque no de víctimas mortales. Hasta la fecha, a falta de pocos días para cerrar el año, hubo 12 fallecidos, uno más que en todo 2019. Y ello pese a que en los meses del confinamiento domiciliario se desplomaron los desplazamientos por carretera un 80% y no hubo que lamentar fallecidos entre mediados de febrero y el 15 de mayo . Pero la limitación de los desplazamientos en el año de la covid-19 sí se ha dejado sentir en el balance final de este 2020: no sólo hubo menos accidentes sino que también descendieron los heridos de carácter grave. Según las datos provisionales recabados por la Dirección General de Tráfico, que incluye en sus estadísticas los accidentes comunicados por las policías locales de toda la provincia, hasta el pasado día 21, se contabilizaron 60 graves y 309 leves (el 2019 se cerró con 86 y 428, respectivamente). Si finalmente no aumentan los lesionados graves será el mejor registro desde que existen estadísticas en esta materia. Ourense registro en estos doce meses menos accidentes que en anteriores ejercicios: 2.364 siniestros, lo que implica una media de 6,6 accidentes al día (fueron ocho, el año anterior), una cifra en la que hay una particularidad propia ligada al territorio. El 51% de todos ellos -los 1.208 sumados hasta el pasado día 21- se produjeron por choques con animales, en los que hay, sobre todo, daños materiales. Los bichos, un problema Tan siquiera la caída de la movilidad y la reducción de las intensidades circulatorias ha conseguido frenar un fenómenos que año tras años suma más casos, según reconoce el propio jefe provincial de Tráfico, David Llorente. "Las colisiones con animales siguen al alza, y solo se pueden corregir haciendo descender la población del jabalí y corzo", asegura. El responsable del DGT en Ourense que la única medida factible es la caza o el control de la fecundación de estas especies cinegéticas. "No valen otras medidas -añade-, no entran por las mismas zonas o afectan a carreteras determinadas". Ahora mismo, reconoce que contabilizan siniestros en absolutamente todas las carreteras de la provincia. Desde la Guardia Civil de Tráfico advierten, además, que hasta que no haya cambios legislativos este tipo de incidentes "consumen muchos recursos humanos", destaca el capitán Isaac de Toro. Llorente advierte sobre la importancia de incluir en el seguro los daños cinegéticos y, en materia de seguridad vial, evitar dar un volantazo en caso de advertir la presencia de un animal en la calzada. "Es preferible embestir al animal que una maniobra evasiva", reconoce. Tres, en vías urbanas En cuanto al análisis de víctimas mortales, nueve de ellas perecieron en vías interurbanas (competencia DGT y Guardia Civil) y tres en calzadas urbanas. Entre estos últimos, figuran la conductora de 86 años de un turismo que cayó a la calle desde un primer piso de un garaje, a unos seis metros de altura, tras derribar una pared de ladrillo (entre las causas barajadas, se incluyó la conducción desatenta, velocidad inadecuada y enfermedad); el vuelco de un tractor en Pazos de Arenteiro (Boborás) y el atropello mortal de una mujer de 37 años registrado en la calle Peña Trevinca de la ciudad el pasado día 9 y cuyas causas aun se investigan. El conductor responsable podría ser llamado a declarar como investigado en una imprudencia grave con resultado de muerte toda vez que el juez examine le atestado de la Policía Local. Y si en 2019 la alarma sonó en los atropellos (cuatro peatones muertos de 11 víctimas en total), este año las autoridades con competencia en seguridad vial destacan un hecho sorprendente: "Tres de los cuatro conductores de turismos fallecidos en 2020 no hacían uso del cinturón de seguridad", asegura David Llorente. Asimismo, la DGT sostiene que en Ourense no hay puntos negros ni tramos de concentración de accidentes. "Los dos tramos más delicados históricamente Ourense-Cambeo, en la N-525, y Ourense-Peares de la N-120 se han visto corregidos en los últimos años y no presentan siniestralidad importante", explica el jefe de Tráfico. No comparte el último informe de EuroRAP en el que alerta de la peligrosidad, incluso a nivel estatal, de la N-541 entre Dacón (Maside) y Almuzara (Boborás), aunque admite que hay muchas colisiones con animales y transporte pesado hacia Pontevedra. De Toro Mezquita marca como objetivo: “Intentar la cifra cero en todo" El número de fallecidos en las carreteras interurbanas no es alto (nueve, por ahora, en este 2020 y el mínimo histórico está en siete) pero el nuevo capitán del Guardia Civil de Tráfico, Isaac de Toro Mezquita, asume sus cometidos en Ourense con un reto exigente: "Tenemos que intentar llegar a la cifra cero en todo, con un entorno seguro", incidiendo en el factor humano "con una vigilancia más optimizada". El jefe de Tráfico comparte esos objetivos pero es consciente que la provincia ya se mueve en cifras bajas, "y nos va a costar descender de 10 fallecidos al año", computando también los sucesos urbanos. Sólo en 2015 y 2017 bajó esa cifra. De Toro, al mando de 150 agentes, considera imprescindible analizar qué tipos de accidentes suceden en Ourense o incluso a qué horas para poder trabajar en la prevención, como estrategia en seguridad vial, tal como reconoció en el acto de presentación ante los medios de comunicación celebrado este mes. "Causas y entorno", matizó. "Todo ello hay que analizarlo en profundidad para optimizar recursos", destacó. En el Subsector de Tráfico también preocupa la ingesta de alcohol y drogas. En el último operativo con datos, el celebrado en la semana del puente de la Constitución, el 1,9% de los sometidos al test dio positivo (87 de 4.307), un porcentaje considerado importante. Otros problemas que afectan a la seguridad vial específicos de la provincia es la edad de los conductores, los atropellos en vías secundarias o los siniestros con tractores implicados. En la actualidad, casi uno de cada cuatro conductores en Ourense es mayor de 65 años: 47.000 de 187.000. Y en el total de fallecidos este año, seis, es decir, la mitad, estaban en ese rango de edad.