El recorte de las subvenciones por la crisis, de hasta un 56 por ciento en algún caso, redunda en recortes de personal y procesos de reajuste en la programación de estas entidades sociales

La merma de ayudas asfixia a las asociaciones benéficas

Mercadillo organizado por la Asociación Asfaval en la plaza del Concello de O Barco. (Foto: LUIS BLANCO)
El azote de la crisis económica provoca en la actualidad que muchas de las asociaciones benéficas que prestan ayuda en Ourense atraviesen momentos difíciles.
Mientras que la demanda asistencial se dispara cada semana, las subvenciones que reciben estas entidades de la Administración se han visto mermadas en el último ejercicio, en general, entre un 30 y un 56 por ciento, según confirmaron las organizaciones benéficas consultadas por este periódico. 'Os ingresos por subvencións reducíronsenos á metade', explica la trabajadora social del Comité Cidadán Antisida de Ourense, Pepa Castro. Sólo este colectivo ofrece un desayuno, diariamente, a unas 30 personas.

También los donativos, precisamente, de quienes sufren ahora el lastre de la recesión, han caído de forma estrepitosa. Dos realidades, que asfixian a muchas organizaciones sociales, que se han visto obligadas a reducir actividades, personal de apoyo o a reajustar al máximo sus presupuestos. 'Tuvimos que reasignar los fondos para poder atender todas las actividades', apunta Ignacio Bedoya, gerente de Cáritas Ourense, quien añade que, 'las dificultades se notan porque no hay el mismo dinero ahora que hace meses'. Una situación, por la que Cáritas tiene previsto reducir de ocho a tres los cursos formativos que organiza. 'Nuestra prioridad son ahora los servicios básicos para las personas, como poder ofrecer comida o un techo', señala Bedoya.

La gerente de la Asociación Autismo Ourense, Natalia Montes, también nota esta realidad. 'Temos que tirar do voluntariado para paliar a falta de personal de servizos xa que agora só somos 11 frente ós 17 de antes', indica. 'Sufrimos un descenso nas axudas do 56 por cento, polo que non poderemos realizar un programa de ocio con nenos en xullo. Con menos cartos, estámoslle quitando traballo á Administración', critica.

La carestía económica también ha llegado a Down Ourense, cuyo programa fundamental se centra en la inserción laboral de personas con Síndrome de Down. 'Notamos una bajada de un 30 por ciento en las ayudas', explica Susana Rodríguez, la gerente. La Asociación Benéfica Remar, por otro lado, aunque no recibe subvenciones, ingresa casi un 50 por ciento menos de dinero. 'Subsistimos de los trabajos que hacemos, como portes o mudanzas... La gente nos llama menos,no puede', explica José Mederos, su director. Otra de las grandes organizaciones de ayuda en la ciudad, Cruz Roja, declinó hacer valoraciones. Precisamente, las dificultades económicas asfixian gravemente a la Asociación de Familiares de Discapacitados Psíquicos de Valdeorras (Asfaval). Tal y como indicó su presidenta, María José Conde, sufre una 'agonía lenta'. Estas dificultades se traducen en deudas a los proveedores y en el retraso en el pago a seis trabajadores. Conde, confía en obtener ayuda para no tener que dejar a su suerte a 21 personas.

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