El balance de las remesas procedentes del exterior evidencia la actual tendencia migratoria: cada vez más personas abandonan el país

La migración pasa factura: menos masa crítica e ideas

No hay forma de entender el presente de Galicia en concreto, ni de la provincia de Ourense, en particular, sin tener presente el tamiz que el fenómeno de la emigración proporciona, una dinámica que ha influido de un modo decisivo en nuestra historia en los últimos 150 años.
Ante la actual situación económica, de crisis pronunciada, las miras de muchos jóvenes han comenzado hace tiempo a situarse mas allá de nuestras fronteras, hacia países que se muestran más apetecibles como destino de desarrollo para una de las generaciones mas preparadas que España ha forjado, pero que no encuentra acomodo a sus expectativas.

Prueba material de ello, ostensible e irrefutable, la tenemos en los datos que para el último trimestre publica el Banco de España referidos a la diferencia existente entre las remesas que los trabajadores envían hacia España desde el exterior y las que se envían los foráneos a sus países . Por primera vez en muchos años, el dinero que entra supera al que sale, dando fe de dos realidades: por una parte, la dimensión creciente del nuevo volumen de trabajadores españoles en el extranjero; y por otra, la menguante presencia de extranjeros en nuestro país enviando dinero a sus países de origen.


SITUACION CÍCLICA

Los paralelismos que es posible establecer entre la situación de migración actual y la experimentada en Galicia hace 100 años generan contradicción. Se trata de situaciones que ofrecen similitudes, pero que, sin embargo, poseen sus propias particularidades. Para Raúl Sotelo, historiador y miembro del Equipo de Sociología de las Migraciones Internacionales (ESOMI), es posible hablar de una situación de algún modo comparable: 'A finales del siglo XIX y comienzos del XX se experimentó un empeoramiento de la situación económica y una suerte de crisis política semejantes a la actual que llevó a muchas personas a tomar la determinación de emigrar. Sin embargo, las situaciones son diferentes en cuanto a las oportunidades de información a las que tenemos acceso hoy.'

Desde una perspectiva ligeramente disímil, Alberto Saco, sociólogo y profesor de la Universidad de Vigo, no lo considera así, pues las características de la clase trabajadora migrante son muy diferentes: 'Durante el siglo pasado, la mano de obra que emigraba era personal no cualificado. Hoy en día los flujos migratorios se invierten, la mano de obra sin calificación viene a España, ahora en mucho menor medida, y la cualificada debe salir porque no encuentra aquí mercado de trabajo.'


CAPITAL ENTRANTE

Históricamente, para la provincia de Ourense este movimiento hacia el exterior de trabajadores tuvo dos consecuencias importantes y fundamentales para entender su presente. En primer lugar, la entrada de una ingente cantidad de dinero proveniente de remesas, capital que ayudó en una gran medida a la construcción y desarrollo experimentados. En segundo lugar, el paulatino 'vaciado' demográfico de la provincia, actualmente más acusado en el rural, pero presente de un modo importante en todo su conjunto. La síntesis de ambas consecuencias tomadas en conjunto nos las resume el profesor Sotelo: dinero entrante como signo positivo, territorios que se vacían, como lado negativo. 'Las remesas enviadas hacia España, desde una perspectiva histórica, constituyeron la principal fuente de financiación durante el desarrollismo; Ourense aportó un importante número de personas a este flujo, lo cual se tradujo en un fuerte impacto para su estructura demográfica. No sólo debido a los flujos hacia el exterior sino a los movimientos migratorios internos, hacia otras provincias en España.'


UN FUTURO SIN EMPRENDEDORES

En la actualidad, nos encontramos con una provincia que se ha convertido, en términos demográficos, en una suerte de erial poblacional, un 'desierto demográfico', a juicio de Sotelo, todo ello con la terrible tesitura de que gran parte de la población que decide marcharse constituye no sólo la masa crítica sino el necesario relevo que todo grupo necesita. 'Nunca es una estrategia rentable exportar el capital humano'. Si tal afirmación de Sotelo es lapidaria y no ofrece lugar a dudas, su conclusión es aún más: 'Lo que se pierde a largo plazo es mayor que lo que a corto plazo se puede obtener. Ello es constatable en varias dimensiones, la principal la demográfica. No obstante, el impacto económico es importante, porque se pierde la capacidad de poseer una masa poblacional crítica, con capacidad de generar ideas y emprendimiento, factores claves para el desarrollo de la sociedad.' En suma, los jóvenes que hoy marchan, de no volver, serán los necesarios en el futuro.

Te puede interesar