Cargos del PP en Galicia y Euskadi homenajearon al concejal asesinado por ETA en 1997

Miguel Ángel Blanco, precursor del cambio en el País Vasco

María del Mar Blanco, Feijóo y Basagoiti durante el acto de homenaje.
El PP regresó ayer al cementerio de Faramontaos, en el Concello de A Merca, para honrar ante la escultura y el panteón familiar la memoria del concejal asesinado hace 12 años por ETA Miguel Ángel Blanco. Hasta allí se acercaron los presidentes del partido en Galicia y Euskadi, Alberto Núñez Feijóo y Antonio Basagoiti, respectivamente, que coincidieron en expresar que Blanco, lejos de morir en balde, abrió el camino para que años después haya sido posible un cambio político en el País Vasco.
Doce años después del secuestro y posterior asesinato del concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco, a manos de la banda terrorista ETA, cargos de su partido en Galicia, de donde era natural, y del País Vasco, donde residía, le rindieron un homenaje en su localidad natal.

Presentes los líderes territoriales del partido en ambas comunidades, Alberto Núñez Feijóo y Antonio Basagoiti, cargos como Leopoldo Barreda, Alfonso Rueda, o José Luis Baltar, y los padres y la hermana de Miguel Ángel Blanco, todos coincidieron a la hora de enfatizar el camino que con su entrega a la defensa de la libertad abrió el concejal asesinado para que haya sido posible el cambio político en Euskadi.

Alberto Núñez Feijóo puso al concejal asesinado como ‘ejemplo de lo que debe ser la política con mayúsculas’ y conminó a mantener vivo su recuerdo ‘cada vez que tengamos una flaqueza o duda’. No murió en vano. Antes al contrario, su entrega a la causa de la libertad dispuso una primera piedra para que hoy pueda hablarse de paulatina normalización de las instituciones vascas, y de una ‘esperanza en Euskadi para alcanzar la paz’.

Aldabonazo a la conciencias

El asesinato de Blanco el 12 de julio de 1997 se volvió contra sus autores ejerciendo de ‘aldabonazo para las conciencias’ de muchas personas que a partir de entonces perdieron cualquier miedo a expresar la repulsa íntima que les despertaba el terrorismo. Si el ex concejal hoy estuviese vivo, aseguró Feijóo, ‘estaría orgulloso de su partido pero también del pueblo vasco’, así como de sus instituciones renovadas, y que han iniciado ‘un camino sin marcha atrás: el de llamar terroristas a los terroristas’.

El acto de homenaje, consistente en una misa y una ofrenda floral, no fue sino una continua muestra de cariño a la familia. María del Mar Blanco destacó la contribución de su hermano a cambiar ‘la cultura del miedo por la de la libertad’, y dio también la bienvenida al cambio de rumbo que vive Euskadi ‘tras 30 años de equidistancias’ entre las víctimas del terrorismo y los verdugos. Felicitó al nuevo Gobierno presidido por Patxi López porque desde el primer día se esfuerza en ‘deslegitimar socialmente el terrorismo etarra y todo su entorno’.

Antonio Basagoiti: ‘Estamos tocando con la punta de los dedos la libertad plena’

El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, se refirió también al cambio político que se produce en Euskadi a raíz de las elecciones del 1 de marzo, en las que la suma de diputados del PSE y el PP significó la pérdida del poder por parte del PNV. Habló de ese cambio en términos de ‘histórico’, que está consiguiendo que haya ‘más libertad, menos terrorismo y menos apoyo a quienes defienden el terrorismo’.

Todo ello gracias, en parte, a ‘gente como Miguel Ángel Blanco’ y lo que su vida y su muerte significó para la toma de conciencia en Euskadi. De hecho, indicó que su memoria permite que hoy ‘estemos tocando con la punta de los dedos la libertad plena’ en un pueblo históricamente golpeado por la actividad de la banda terrorista ETA.

Recordó Basagoiti cómo aquel 12 de julio de 1997 ‘se echaron a la calle el conjunto de los vas cos’ y comenzó entonces ‘una rebelión contra el terrorismo’ que ahora ‘ha llegado a las instituciones vascas’. La nueva mayoría política es una rebelión contra ETA, no contra el nacionalismo democrático’. El cambio, dijo, ‘no va contra el PNV, sino contra los asesinos’.

El sacerdote Enrique Bande, en su homilía durante el oficio religioso, habló de Miguel Ángel Blanco como ‘un redentor y pacificador del País Vasco’.


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