La necesidad de modernizar el minifundismo parcelario en el rural ourensano garantizando el relevo generacional, y la creación de nuevas variedades autóctonas a partir del I+D+I son las principales demandas del sector vinícola ourensano.
El X Congreso Nacional de Investigación Enológica, que se desarrolla en la Facultad de Ciencias del Campus, reunió ayer, a través de una mesa redonda titulada Transferencia económica y demandas, a los presidentes y directivos de los cinco consejos reguladores de Denominación de Origen de vino de Galicia (Valdeorras, Monterrei, Ribeira Sacra, O Ribeiro y Rías Baixas).
Todos ellos coincidieron en señalar como sus principales necesidades modernizar el sistema de minifundismo parcelario que se vive en las bodegas del rural ourensano, garantizando el relevo generacional de los productores y la creación de nuevas variedades autóctonas a partir de la investigación con herramientas de I+D+I.
Durante el acto, el secretario del Consejo Regulador de Rías Baixas, Ramón Huidobro, explicó que su organismo agrupa más de 21.000 parcelas productivas, donde están inscritas 200 bodegas, de las que 45 elaboran menos de 5.000 litros anuales. Aclaró además que en 2008, su denominación facturó 15 millones de litros de vino, lo que representa 70 millones de euros. En cuanto a los nuevos retos, explicó que el minifundismo vinícola es la base del sistema productivo de Galicia y que su principal incoveniente es la dificultad para concienciar a las pequeñas bodegas y empresas de que inviertan en proyectos de investigación de I+D+I, pues tal parece que nuestros métodos de producción siguen siendo los tradicionales de nuestros padres y abuelos.
A ciegas, en el estudio de los recursos
En representación del Consejo Regulador de Monterrei se encontraban el presidente Antonio Méndez, y el secretario José Manuel Fernández, quien explicó que aún andamos a ciegas en el estudio de nuestros recursos, pues según dijo, sufrimos un retroceso en materia de investigación para sacar al mercado nuevas variedades de vino. En la misma línea se pronunciaron el director técnico del Consejo Regulador de O Ribeiro, Pablo Vidal y el presidente de la Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, quien apuntó al envejecimiento poblacional y a la falta del relevo generacional como sus principales preocupaciones. Por último, Jorge Mazaira, del Consejo Regulador de Valdeorras, explicó que aunque existen cientos de investigaciones relacionadas con la enología, lo que hace falta es que un equipo de profesionales adapte esos estudios a las condiciones territoriales específicas de la provincia.
Todos ellos coincidieron en señalar como sus principales necesidades modernizar el sistema de minifundismo parcelario que se vive en las bodegas del rural ourensano, garantizando el relevo generacional de los productores y la creación de nuevas variedades autóctonas a partir de la investigación con herramientas de I+D+I.
Durante el acto, el secretario del Consejo Regulador de Rías Baixas, Ramón Huidobro, explicó que su organismo agrupa más de 21.000 parcelas productivas, donde están inscritas 200 bodegas, de las que 45 elaboran menos de 5.000 litros anuales. Aclaró además que en 2008, su denominación facturó 15 millones de litros de vino, lo que representa 70 millones de euros. En cuanto a los nuevos retos, explicó que el minifundismo vinícola es la base del sistema productivo de Galicia y que su principal incoveniente es la dificultad para concienciar a las pequeñas bodegas y empresas de que inviertan en proyectos de investigación de I+D+I, pues tal parece que nuestros métodos de producción siguen siendo los tradicionales de nuestros padres y abuelos.
A ciegas, en el estudio de los recursos
En representación del Consejo Regulador de Monterrei se encontraban el presidente Antonio Méndez, y el secretario José Manuel Fernández, quien explicó que aún andamos a ciegas en el estudio de nuestros recursos, pues según dijo, sufrimos un retroceso en materia de investigación para sacar al mercado nuevas variedades de vino. En la misma línea se pronunciaron el director técnico del Consejo Regulador de O Ribeiro, Pablo Vidal y el presidente de la Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, quien apuntó al envejecimiento poblacional y a la falta del relevo generacional como sus principales preocupaciones. Por último, Jorge Mazaira, del Consejo Regulador de Valdeorras, explicó que aunque existen cientos de investigaciones relacionadas con la enología, lo que hace falta es que un equipo de profesionales adapte esos estudios a las condiciones territoriales específicas de la provincia.
