Fue su fundadora, su alma máter y su presidenta durante décadas.
Y ahora, Beli Piñeiro tiene que decir adiós a su asociación y a sus "niños", como ella les llama, con la emoción contenida y una gran pena por no haber encontrado una solución que evitara lo inevitable: la desaparición de Abeiro.
A lo largo de todos estos años, Beli Piñeiro ha contado además con una ayuda "inestimable", la de la actual presidenta de la asociación, Adelina Diéguez. Ahora ambas dan los últimos pasos para cerrar definitivamente su asociación, y ambas afirman estar pasando por un "gran sufrimiento".
Beli Piñeiro subraya que "todo son buenos recuerdos, llenos de cariño. Nunca se me cerró una puerta en Ourense, y la gente siempre nos apoyó". Y es especialmente emotiva cuando habla de los usuarios: "Son mis niños, que me dieron mucho. Jamás tuve un problema, nadie me faltó nunca al respeto y siempre se acataron las normas. Son mis niños y con muchos, ya reinsertados, mantengo el contacto. Aquí nunca se dijo que no cuando alguien nos necesitaba, estábamos las 24 horas disponibles y en contacto con ellos. En alguna ocasión, tanto Adelina como yo, nos llevamos a alguno a nuestra casa a dormir, porque no había sitio en la asociación. Es un gran dolor que ahora todo se acabe".
