Un grupo de 40 efectivos de las fuerzas policiales y militares se dieron cita en el monte de As Eiroás, en donde participan en el V Campeonato nacional de Recorridos de Tiro. Deben afinar su puntería para resolver sin fallos situaciones de peligro

Misión: salvar al rehén

Uno de los tiradores participantes en el campeonato, en la imagen, junto a uno de los árbitros. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El campo de tiro de As Eiroás amaneció ayer convertido en un complejo escenario de tabiques y obstáculos en el que 40 tiradores, todos ellos miembros de los distintos cuerpos de seguridad y de las Fuerzas Armadas, se enfrentaron a situaciones simuladas de alto riesgo, y en el que ejercitaron su pericia con las armas en contextos de tensión y peligro.
Secuestros exprés con rehenes de por medio o abordaje de delincuentes fueron sólo algunas de las pruebas que tuvieron que resolver los efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, así como los de los ejércitos de Tierra y Aire que tomaron parte en el V Campeonato Nacional de Recorridos de Tiro militar y policial, que acoge este recinto de la ciudad hasta el jueves.

'Iniciativa, velocidad, potencia e intuición' fueron las principales destrezas que, en palabras de Francisco Javier Díez-Ticio, coronel de la Guardia Civil, tuvieron que emplear los participantes, pistola en mano, para resolver sin fallos los ejercicios de este torneo, organizado por las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil.

Bajo la atenta mirada de dos árbitros oficiales, los tiradores -la mayoría, salvo los invitados, clasificados en los primeros puestos en campeonatos anteriores- se fueron turnando a partir de las diez de la mañana para realizar las pruebas. La más compleja de la jornada se desarrolló al filo de las doce y media, y en ella los agentes, tras escuchar el silbato del árbitro, debían esquivar una sucesión de más de cinco tabiques y efectuar una treintena de disparos siempre con el fin último de salvaguardar su vida y la de un grupo de rehenes secuestrado (señalizados ficticiamente con puntos blancos dispuestos aleatoriamente sobre las tablas).

El marcado dinamismo que adquirieron todas las situaciones de emergencia planteadas, contribuirá, tal y como indicó Díez-Ticio, al objetivo clave del campeonato, el de que los participantes 'perfeccionen la técnica de disparo, que aprendan a hacer frente a situaciones imprevistas y que pongan a prueba su intuición en contextos extremos'.

Cada uno de los ejercicios se realizó con un marcado protocolo de seguridad -en la zona había médicos adscritos a las fuerzas militares y policiales participantes- y bajo las directrices de los árbitros, que emitirán sus puntuaciones sobre la ejecución de la técnica de disparo de los participantes, así como sobre la adecuación a los tiempos estipulados.

Las tres jornadas programadas hasta el jueves en As Eiroás en el marco de este torneo, con todo, también tienen una dimensión social. 'Servirán para que los miembros de los cuerpos policiales y de los ejércitos confraternicen y aprendan unos de otros, perfeccionen sus técnicas de tiro', concluye Federico Conde, brigada de la Guardia Civil.

Los tiradores, 'los mejores' por ser los que obtuvieron mejores puntuaciones en anteriores competiciones, según Conde, se enfrentarán el jueves a una entrada policial simulada en un piso. El viernes concluirá este torneo a las diez de la mañana con la entrega de trofeos en el Auditorio de Ourense a los mejor clasificados.

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