Los inmobiliarios detectan un importante descenso en la ocupación de locales, que llega al 25% en los de más antigüedad

La mitad de los bajos construidos en los últimos dos años están vacíos

Tras el bum que vivió la construcción en la ciudad hace unos años llegó la crisis económica y, con ella, un paisaje particular de bajos vacíos y persianas bajadas, más perceptible todavía en los barrios.
Tanto es así que, según los cálculos de la Asociación de empresarios inmobiliarios de Ourense, los bajos de más de la mitad de los edificios rematados en los últimos dos años 'siguen en estos momentos en venta o en alquiler', subraya el presidente del colectivo, Benito Iglesias. A diferencia de lo que ocurre con las viviendas nuevas sin vender -3.944 en la provincia, según las últimas cifras facilitadas por el Ministerio de Fomento-, en el caso de los bajos no se manejan cifran concretas sobre cuántos se encuentran en esta situación.

No obstante, las expectativas tampoco son mucho mejores en los edificios con mayor antigüedad. 'Consideramos que más del 25% de los bajos con menos de 50 años están vacíos', explica Iglesias, que atribuye esta situación a la destrucción del tejido comercial de la ciudad derivada de la crisis económica que, a su juicio, está afectando más a zonas como Pena Trevinca -donde el porcentaje de bajos desocupados sube hasta el 35%-, A Saínza, Ramón Puga, alguno de los tramos de Progreso, el Casco Vello y el entorno del Auditorio, entre otros puntos de la ciudad.


LA CRISIS DEL COMERCIO

Así, mientras que buena parte de los bajos de nueva construcción ya no llegaron a ser ocupados para ninguna finalidad, en el caso de los más antiguos, su desocupación está directamente relacionada con la situación que atraviesa el sector comercial. En este sentido, el presidente de la Federación de Comercio, Aurelio Gómez Villar, coincide con Iglesias en los momentos difíciles que está atravesando el sector. Aunque la asociación no maneja estadísticas sobre el cierre de establecimientos en los últimos años, 'al principio de la crisis ya calculamos que iba a afectar en torno al 10% del comercio, lo que en Ourense puede significar alrededor de 600 ó 700 negocios que pueden estar muy tocados por esta situación económica', señala.

Por zonas, 'puede ser que la crisis se note más en los barrios porque cuando cierra un establecimiento es más difícil que se vuelva a abrir otro. En cambio, en el centro, aunque cierren negocios siempre es más posible que el bajo vuelva a albergar otro establecimiento', explica Gómez Villar.

Aunque todavía no se ha hecho balance de la repercusión que está teniendo la campaña de rebajas, Gómez Villar considera que 'se ha diluido demasiado pronto el efecto de las rebajas. Mi sensación personal es que no está habiendo grandes aglomeraciones en los comercios', concluye.

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