Mónica Cordera: "Vestir bien no implica gastarse mucho dinero en ropa, sino tiempo"

Dibujo entrevista
photo_camera La diseñadora Mónica Cordera.

Esta diseñadora de moda "casi ourensana" ha ganado la última edición del premio homónimo a la mejor diseñadora joven.

Mónica Cordera es una diseñadora de moda nacida en la localidad asturiana de Villaviciosa, que mantiene su base logística en Ourense, donde lleva ya más de 10 años.

Los diseños de la "casi ourensana" desfilarán en la Tresemmé Madrid Fashion Show Woman, una de las citas más importantes del Palacio Cibeles de Madrid. Es la recompensa por haber ganado la última edición del premio homónimo a la mejor diseñadora joven.

¿Qué supone recibir un premio popular?

Es como si se reconociese toda la trayectoria, trabajo y esfuerzo de los últimos años. Me ha abierto muchas puertas en cuanto al posicionamiento de la marca, sobre todo en medios especializados. Los reportajes que me hicieron las revistas de moda fueron muy bien acogidos y las redactoras hicieron muy buenas críticas.

¿Afloran los nervios a falta de dos días para ser el broche de oro de la cita?

Cerrar la pasarela es como la guinda del pastel, no puedo pedir más. Todavía no he asimilado que vuelvo a estar allí. Se supone que tengo que estar estresada y agobiada, pero la verdad es que estoy en una nube. Pero sí, los nervios me van a acompañar.

¿Qué va a poner sobre la pasarela?

Va a ser una colección que superará los 30 looks. Hemos dado un giro radical en los patrones. Esta vez son mucho más arquitectónicos, va a haber un montón de estampados en los tejidos, las prendas son más frescas y coloridas. Son muy femeninas con un punto más atrevido a lo habitual en la firma.
 

Quien no arriesga no gana.

Evidentemente. Además, hoy en día hay mucha competencia y, si no ofreces algo diferente y te vas renovando, te mueres. De todas formas, no voy con la mentalidad orgullosa de ir arrasar, simplemente voy a ser yo.

¿Cómo llega usted a la moda?

No me considero la típica niña que estaba todo el día jugando a vestir a las Barbies y estaba todo el día entre bocetos, no sé, siempre me consideré una persona diferente a la hora de vestir, un poco alternativa, y cuando tuve que tomar una
decisión de los estudios que quería hacer, tenía dos opciones, o psicología o diseño, entonces hice un curso de iniciación al diseño, en la escuela Felicidad Dulce, vi que podía tener opciones y me quedé. Por tanto la opción de psicología de momento quedó en suspenso.

¿Cómo definiría su estilo?

Diría que son diseños atemporales y versátiles. Son prendas que si les metes un buen complemento como un tacón o un collar puedes ir a un evento, pero si le metes un zapato plano y un bolso de mimbre lo puedes poner todos los días. No siguen una moda, sino que tienen sello personal.

¿En qué se inspira a la hora de
crear?

En lo que a mí me gusta. Ahora estoy trabajando con mi hermana y por eso la firma está dando un vuelco. Hacemos todo lo que nos gusta a nosotras, no diseñamos nada que no nos pondríamos. Lo que ves en la calle y lo que la gente demanda, obviamente, te influye, pero al fin y al cabo hacemos lo que nos gusta a nosotras.

¿Está saturado el mundo de la moda?

Sí. Está habiendo como una especie de congestión pero no creo que suponga una traba para quien ya tiene su carrera consolidada o un renombre. Por mucha oferta que haya, si tú eres capaz de renovarte no tiene por qué solaparte la competencia. El problema es que por ahora, está muy democratizado por los grandes, y es muy difícil conseguir hacerse un hueco. Pero me considero muy positiva y además de mi gran equipo, cada vez es más la gente que apuesta por el Made in Spain, los nuevos rostros y por el diseño sostenible.

¿Por qué Ourense?

Porque estudié y estuve trabajando una temporada aquí. Establecí todos los contactos y estoy muy satisfecha. Para nada tengo pensado cambiar la infraestructura de la marca.

¿Visten bien los ourensanos y
ourensanas?

Sí. La gente en esta ciudad es un poco clásica, pero, sin duda, tienen estilo. Claro, hablamos de "vestir bien" refiriéndonos a tener un sello personal y dedicar parte de su tiempo a la ropa. Da igual el precio o dónde se haya comprado una prenda. Incluso hay gente que se hace su propia ropa.

¿Dónde están sus límites?

Eso es impredecible. Lo que tenga que llegar, bienvenido será. Lo que está claro es que no cierro las puertas a nada, al menos pleanteármelo y después decidir.

¿Cuál es su proyección de futuro?

Realmente, no lo sé. Todo avanza demasiado rápido. Si cuando abrí la tienda de Ourense hace seis años me dicen que a día de hoy tendría tienda en A Coruña y en Oviedo y que estaría desfilando en Madrid no me lo creería. Lo que sí que quiero es un poco de calma. De momento, me conformo con los logros ya conseguidos. Trabajamos muchas horas y lo que queremos es mantenernos.

¿Ir a la moda es asequible para
todos los bolsillos?

Sí, claro. Hoy en día, con la sociabilización de la moda, cualquier persona puede ir perfectamente vestida gastándose muy poco dinero. Además, hay miles de alternativas sin tener que dejarte un puñado de euros en una prenda.
 

Un mensaje para los que opinen
que el mundo de la moda es frívolo.

Esto es realmente complicado porque yo soy la primera que pienso que la moda es un mundo frívolo y superficial. No me considero una participante más de toda la parafernalia que mueve a este mundo. A nosotras, las mujeres, se nos exige ser la madre perfecta, con un físico perfecto e ir a trabajar con unos tacones impresionantes. Entonces, digo que es frívolo por lo que puede llegar a exigir o por lo poco natural que puede llegar a ser y no soy partidaria de ello. 

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