Siempre ha estado ahí, pero, desde ayer, Montealegre se ofrece más que nunca a los ourensanos. El complejo ambiental botánico, inaugurado ayer, incorpora para la ciudad 122.000 metros cuadrados de superficie acondicionados para el conocimiento y disfrute de la naturaleza.
En un acto que puso el punto y final al primer mandato del bipartito y que sirvió de despedida para el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, principal valedor del proyecto, el parque quedó al descubierto, mostrando no sólo nuevas edificaciones -como el centro de divulgación e investigación o el auditorio al aire libre construido en una antigua cantera-, sino también la base de lo que siempre fue Montealegre para los ourensanos: un reducto natural, con vegetación de clima mediterráneo, y un lugar de ocio, en el que es posible tanto la escalada como los magostos.
Tanto Espinosa como el alcalde en funciones, Francisco Rodríguez, destacaron en sus intervenciones que la construcción de un parque en este monte es una 'das promesas máis antigas da democracia na cidade' y que se convirtió en realidad por ser 'un dos proxectos máis queridos, mellor traballados e máis mimados do goberno municipal', aseguró Rodríguez. Mientras, Espinosa detalló que el parque cuenta con más de 240 especies vegetales y que fueron plantados más de 3.000 árboles y arbustos.
FASE DE TRANSICIÓN
Aunque el complejo ambiental ya está abierto al público -de martes a viernes, de 10 a 15 horas y los fines de semana, de 10.30 a 18 horas-, los primeros visitantes se lo encontrarán aún en una fase de transición. En primer lugar, porque es preciso consolidar la evolución de las plantaciones realizadas, tanto las de repoblación forestal como las destinadas a investigación. En segundo lugar, en lo que respecta a su gestión, que estará en manos del Concello hasta finales de año, en tanto se articula la fórmula más adecuada para su explotación, aunque inicialmente se piensa en una empresa mixta en la que participe la Administración.
Con todo, es posible realizar itinerarios autoguiados, en los que unas pantallas táctiles permiten al visitante obtener información precisa sobre las singularidades del entorno en el que se encuentra. Caminos y pasarelas guían el recorrido, que incluye también un mirador (desde la cruz) con vistas a toda la ciudad y una zona reservada para los magostos (estarán regulados por el personal del Botánico y será imprescindible obtener un permiso para su celebración).
El carácter eminentemente didáctico que se le pretende imprimir a este proyecto hace que ponga la mirada en las visitas de escolares y grupos (previa solicitud en la Concejalía de Medio Ambiente) y también incluye un centro de divulgación e investigación ambiental para que pueda ser integrado en programas científicos. De hecho, alguna empresa ha mostrado ya su interés por realizar investigaciones en este centro.
La restauración paisajística, proyecto de José Crespí, se basó en la recuperación de masas de vegetación mediterránea, la protección de afloramientos rocosos, la recuperación de elementos de explotación agrícola y ganadera tradicional -los muros de piedra, las terrazas de cultivo y las áreas de magosto- además de la reutilización de las antiguas canteras de Montealegre.
Tanto Espinosa como el alcalde en funciones, Francisco Rodríguez, destacaron en sus intervenciones que la construcción de un parque en este monte es una 'das promesas máis antigas da democracia na cidade' y que se convirtió en realidad por ser 'un dos proxectos máis queridos, mellor traballados e máis mimados do goberno municipal', aseguró Rodríguez. Mientras, Espinosa detalló que el parque cuenta con más de 240 especies vegetales y que fueron plantados más de 3.000 árboles y arbustos.
FASE DE TRANSICIÓN
Aunque el complejo ambiental ya está abierto al público -de martes a viernes, de 10 a 15 horas y los fines de semana, de 10.30 a 18 horas-, los primeros visitantes se lo encontrarán aún en una fase de transición. En primer lugar, porque es preciso consolidar la evolución de las plantaciones realizadas, tanto las de repoblación forestal como las destinadas a investigación. En segundo lugar, en lo que respecta a su gestión, que estará en manos del Concello hasta finales de año, en tanto se articula la fórmula más adecuada para su explotación, aunque inicialmente se piensa en una empresa mixta en la que participe la Administración.
Con todo, es posible realizar itinerarios autoguiados, en los que unas pantallas táctiles permiten al visitante obtener información precisa sobre las singularidades del entorno en el que se encuentra. Caminos y pasarelas guían el recorrido, que incluye también un mirador (desde la cruz) con vistas a toda la ciudad y una zona reservada para los magostos (estarán regulados por el personal del Botánico y será imprescindible obtener un permiso para su celebración).
El carácter eminentemente didáctico que se le pretende imprimir a este proyecto hace que ponga la mirada en las visitas de escolares y grupos (previa solicitud en la Concejalía de Medio Ambiente) y también incluye un centro de divulgación e investigación ambiental para que pueda ser integrado en programas científicos. De hecho, alguna empresa ha mostrado ya su interés por realizar investigaciones en este centro.
La restauración paisajística, proyecto de José Crespí, se basó en la recuperación de masas de vegetación mediterránea, la protección de afloramientos rocosos, la recuperación de elementos de explotación agrícola y ganadera tradicional -los muros de piedra, las terrazas de cultivo y las áreas de magosto- además de la reutilización de las antiguas canteras de Montealegre.
