Raúl A.L. fue condenado ayer a seis meses de prisión y dos meses multa (6 euros al día) por un delito leve de lesiones. El inculpado admitió que mordió la nariz a uno de los agentes que le exigió que se identificara. Los hechos que lo sentaron en el banquillo sucedieron a las 12.43 horas del 22 de junio de 2019. El inculpado tenía su vehículo mal estacionado en el kilómetro 4,800 de la OU-0519 (Ourense-Toén). El acusado salió de una vivienda próxima cuando vio a los agentes estacionar el vehículo oficial detrás.
Raúl se dirigió a los agentes de forma airada. Entre otros improperios, les dijo: “Picoletos, que sodes todos uns fillos de puta” o “picoletos, estou ata os collós de vós”. Esta actitud motivó que los agentes le pidieran que se identificara, a lo que se negó. La mordedura del agente la cometió cuando le volvieron a requerir la documentación porque hizo caso omiso y se fue hacia su furgoneta. “Se bajó del coche y con ambas manos cogió el cuello del agente y le mordió la nariz”, según la versión de la Fiscalía de Ourense que el inculpado reconoció.
UNA CICATRIZ COMO SECUELA
El agente lesionado sufrió heridas en la nariz así como una contusión cervical que le dejaron una cicatriz de 1,5 centímetros. Fue acusado de un delito de atentado y otro leve de lesiones, además de tener que indemnizar al guardia civil.
